Los propietarios desahucian de su piso a la anciana, de 87 años, alegando que tenía un perro y que estaba prohibido por contrato.
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Desahucian a una anciana de 87 años de su piso después de pagar puntualmente durante 50 años. ¿El motivo? La mujer tenía un perro y el contrato prohibía las mascotas en la vivienda.
Desahucian a una anciana de 87 años de su piso
La anciana se llama Carmen Débora y tiene 87 años. Acaba de ser desahuciada por los propietarios del piso que alquilaba. Ellos aprovecharon que la anciana no estaba en casa para cambiar la cerradura e impedirle que vuelva. Decidieron desahuciarla a pesar de no haber una sentencia firme ni un juicio que lo avale.
La mujer llevaba casi medio siglo en la misma vivienda y siempre había pagado puntualmente su alquiler. Por su parte, los propietarios de la vivienda, dueños de un inmueble que destinan al alquiler turístico, explicaron que la han desahuciado porque tenía un perro y el contrato no lo permitía.
Carmen llevaba en el piso desde el año 1974 y ha pagado de forma puntual siempre su alquiler. Sin embargo, los dueños decidieron comunicarle el desahucio debido a la existencia de perros en la vivienda. Esto, al parecer, era algo supuestamente prohibido por contrato. Los activistas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca lograron detener el desahucio pero los propietarios aprovecharon que Carmen salía de casa para cambiar la cerradura. Su actuación, en tela de juicio, fue llevada a cabo sin comunicación previa ni aviso de ningún tipo.
Desahucian a la anciana tras pagar el alquiler de su piso durante 50 años
Aunque actualmente todavía no hay sentencia firme del recurso, Carmen ya está en la calle, tras cincuenta años viviendo en ese inmueble. Si el juzgado fallara a su favor tendrían que permitirle entrar de nuevo en su vivienda, explica su abogada. A sus 87 años, la anciana está viviendo en casas ajenas. Gracias a sus amigas y a sus vecinas está consiguiendo alimentarse y dormir bajo un techo.
El estado del piso de Carmen
De todas formas, aunque Carmen recuperara el hogar donde ha vivido más de la mitad de su vida, el daño no estaría reparado. Al sacar los muebles antiguos, varios de estos se rompieron y la casa está muy degradada. Según la denuncia, el estado del piso radica en el interés del propietario en echarla y no arreglar nada para alegar que el piso estaba en malas condiciones.