La prueba de ADN confirma que las dos niñas fueron intercambiadas en un hospital de Logroño cuando nacieron en 2002. Ambas estuvieron en una incubadora.
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La prueba de ADN confirma que las dos niñas fueron intercambiadas en un hospital de Logroño cuando nacieron en 2002. Se trató de un error humano al moverlas de la incubadora a la cuna.
Las pruebas de ADN
Las pruebas de ADN presentadas en el Juzgado de Familia de esta ciudad riojana confirman que dos bebés fueron intercambiados en 2002 en el antiguo Hospital San Millán de Logroño, que ya no existe.
Las dos niñas nacieron el mismo día y necesitaron permanecer en la incubadora. Cuando ya no necesitaron la incubadora, los encargados confundieron a los bebés y los pusieron en las cunas erróneas. Las entregaron a los padres equivocados.
Intercambiadas en el hospital
El asunto se descubrió en 2017 cuando una de las jóvenes interpuso una demanda de alimentos junto a su abuela, que la había criado, contra el que pensaba que era su padre, algo que este negaba. La jueza de Familia ordenó entonces una prueba de paternidad al demandado, que confirmó que no era su padre biológico. Más tarde otra prueba revelaría que la que se pensaba que era la madre biológica de esta menor tampoco lo era.
Una adolescente buscando a sus padres biológicos
Esta adolescente, que ya para entonces tenía 15 años, reclamó la averiguación de su identificación con arreglo al principio de veracidad biológica.
La Consejería de Salud abrió una investigación y atribuyó a un error humano este intercambio de bebés, según afirmó, el pasado 7 de septiembre, su titular, Sara Alba.
El diario La Rioja adelanta este lunes que el pasado 14 de octubre se celebró en el Palacio de Justicia de La Rioja, a puerta cerrada, la vista por el procedimiento de filiación impulsado por esta joven para ser legalmente reconocida como hija de sus padres biológicos -la madre falleció en 2018-.
Encontró a sus padres biológicos
La sentencia sobre las niñas intercambiadas en un Hospital de Logroño implica que en el Registro Civil, desde este lunes, la joven figure como hija de sus verdaderos padres. La afectada reclamó a la Consejería de Salud tres millones de euros por daños morales y la administración autonómica ofrecía 215.000 euros.