Autoridades de Santander localizan a la menor desaparecida desde el pasado lunes 22 de noviembre en Massamagrell, municipio de Valencia.
Autoridades de Santander localizan a la menor desaparecida desde el pasado lunes 22 de noviembre en Massamagrell, municipio de Valencia. La joven ha sido localizada fuera de la Comunitat y se encuentra bien.
Localizada en buen estado
Agentes de la Guardia Civil localizan en buen estado a la menor de 15 años desaparecida en el La Pobla de Farnals, municipio de Valencia.
Según ha informado ‘Diario Levante’, la joven se trasladó a las dependencias policiales tras conocer que su familia estaba desesperada por encontrarla y que ya se había creado un dispositivo de búsqueda.
Fuentes de la Benemérita han confirmado a ABC que no estaba retenida contra su voluntad y ha regresado a casa voluntariamente al conocer el revuelo que se había formado entorno a su marcha.
Desaparición voluntaria
La niña desapareció el lunes y, tras la denuncia de los padres, la Guardia Civil de Massamagrell abrió unas diligencias.
Lucía, nombre de la chica, no se encontraba en Valencia, como en un principio afirmó en una llamada telefónica con su madre, sino en el norte de España. Allí se trasladó en avión tras coger dinero de casa para pasar unos días con un grupo de amigos entre Asturias y Cantabria. Al parecer, la joven mantenía una relación algo más personal con un joven de 24 años.
La menor ya había desaparecido en otras ocasiones de su domicilio y había sido víctima de acoso escolar, tal y como consta en unos informes.
Llamada en número oculto
La familia había hecho un llamamiento a la ciudadanía para que aportara cualquier pista sobre su paradero y los organismos públicos se habían volcado en este caso.
Unas horas después de su desaparición, los padres de la menor recibieron una llamada desde un número oculto. Era Lucía, y estaba llorando. En los casi tres minutos que duró la conversación, los progenitores no pudieron sacarle información sobre dónde se hallaba.
La madre, Carmen Lara, aseveró que durante esa llamada notó la voz de la menor suave, floja, como si no quisiera ser escuchada. Además, antes de echarse a llorar y colgar dijo: «Ven a por mí, mami«.
