Loueila Mint El Mamy, la abogada de origen saharaui afincada en Canarias hace 23 años, denuncia su situación.
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La abogada de origen saharaui Loueila Mint El Mamy, lleva afincada en Canarias desde hace 23 años y a pesar de considerarse española se le sigue negando la nacionalidad «por falta de arraigo», una situación surrealista que ella denuncia públicamente.
La abogada Loueila Mint el Mamy pidió la nacionalidad en 2017
Loueila tiene 31 años y es abogada de origen saharaui, llegando a las Islas Canarias cuando tenía 9 años, por lo que lleva 23 años de residencia en España.
Sus padres y abuelos tienen DNI español, ella ha estudiado y se ha colegiado en Tenerife, pero España la sigue considerando extranjera.
La abogada se ha especializado en ‘inmigración y extranjería’, solicitando la nacionalidad española en 2017, sin que se la hayan concedido, por no haber acreditado ‘un grado suficiente de integración en la sociedad española’, algo a todas luces absurdo.
Trabas administrativas impiden la nacionalidad española a la abogada
Muchas han sido las trabas administrativas que ha sufrido Loueila Mint el Mamy en su periplo por lograr la nacionalidad del país en el que vive y trabaja, pero harta de que le den argumentos peregrinos para justificar no concederle la nacionalidad, ha decidido hacerlo público: “Que dice la Abogacía del Estado que no me conceden la nacionalidad española porque no estoy suficientemente integrada en la sociedad española. ¿Encabezar mi demanda como letrada no es suficiente integración?”.
La primera vez que la abogada la solicitó llevaba más de 10 años en España y este era una de los requisitos que le solicitaban, no obtuvo respuesta. A partir de 2015 estas solicitudes son tramitadas por el Ministerio de Justicia de forma telemática, supuestamente para agilizar el proceso. Loueila, siguió esperando
Los argumentos esgrimidos para no dar la nacionalidad a la abogada Loueila son surrealistas
“La respuesta es un copia y pega del abogado del Estado, que ni siquiera se toma el tiempo de leer qué estoy pidiendo”. Así se explica Loueila, que siente: “impotencia, frustración y discriminación” por la intensa carrera de obstáculos que le supone pedir una nacionalidad a la que tiene todo el derecho.
“La gente se cree que es superfácil ser migrante. Que vienes aquí, te dan las paguitas, te dan la nacionalidad, y no. No es fácil ser español. No es fácil regularizar tu situación”.
Contando su experiencia, Loueila denuncia las situaciones extremas que la actual Ley de Extranjería permite y advierte que seguirá luchando: “Sé que tengo todo de mi parte. Sigo luchando por mí y por todas las que vienen detrás. Puedo estar peleando con ellos infinitamente”.
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