Un adolescente español quiso volar por los aires las instalaciones de YouTube en Madrid con una bomba, lo que llegó hasta la Interpol y el FBI.
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Un adolescente español amenazó con poner una bomba en la sede de YouTube en Madrid si no le pagaban más por sus vídeos. La Interpol avisó desde EEUU a la policía española, que localizó al joven en Barcelona.
Una bomba en la sede de Youtube, así fue la amenaza
«Tenéis menos de un mes para monetizarme o las oficinas de Madrid harán BOOM. Estáis avisados». Envió esta amenaza desde un dispositivo ubicado en España a la cuenta central en Twitter de Youtube. Esta avisó a las autoridades de Estados Unidos, incluyendo el FBI.
Los investigadores creyeron veraces las amenazas y enviaron un comunicado urgente a la policía española. Afirmaron que «este individuo representa una amenaza violenta para las instalaciones de Youtube».
El español que amenazó a YouTube: un adolescente catalán
El 3 de abril de 2018, Nasim Aghdam entró en la sede de Youtube en San Bruno, California, y disparó a tres personas, que resultaron heridas. Posteriormente la mujer acabó con su vida. Previamente había acusado a la empresa de evitar que sus vídeos tuvieran más seguidores. Por su parte, la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policia Nacional abrió entonces una investigación con el fin de identificar al titular y usuario del perfil de la red social Twitter.
Con este precedente en el recuerdo, los investigadores norteamericanos tomaron en serio las amenazas que llegaban desde España. Además, el youtuber insistía en que acudiría en taxi a la sede madrileña y lo haría armado. También publicó la imagen de una pistola. Responsables españoles de Google, la empresa propietaria de Youtube, acudieron a la Unidad Central de Ciberdelincuencia, en Madrid, para declarar. Los investigadores intentan descifrar si están ante un delito de amenazas y otro de desórdenes públicos por amenazar falsamente a la empresa norteamericana.
El final de la investigación
Los investigadores españoles localizaron al responsable de las amenazas. Era un adolescente catalán que vivía con sus padres en Barcelona en una casa de clase media. No tenía antecedentes. El joven acudió con su padre a la sede de la policía en Madrid. Allí explicó que prefería declarar ante el juez. Por su parte, la investigación policial descubrió el móvil de las amenazas. El chico tenía un canal en Youtube y no estaba de acuerdo con el dinero que le pagaban. Desde 2018, la empresa había endurecido las condiciones de pago para los creadores de contenidos. El 11 de julio de 2019 los policías le tomaron exploración como investigado y quedó en libertad, acusado de un delito de amenazas. Finalmente, el asunto ha sido archivado.
