El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, propone lanzar bombas desde aviones militares para encauzar las coladas de La Palma.
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El presidente del Cabildo de La Gomera ha propuesto en una entrevista lanzar bombas desde aviones militares con el fin de frenar las coladas del volcán de La Palma.
La Palma: bombas desde aviones para frenar las coladas
Casimiro Curbelo es el presidente del Cabildo de La Gomera y portavoz de la Asociación Socialista Gomera (ASG) en el Parlamento.
Durante una entrevista realizada la semana pasada para una radio canario el presidente del Cabildo de La Gomera hizo una curiosa proposición. Casimirlo Curbelo lanzó la idea de emplear aviones militares para enviar bombas a las coladas de lava del volcán de La Palma.
Esta actuación militar tendría la finalidad de frenar y evitar su imparable avance para contrarrestar el arrase de infraestructuras y cultivos.
Según ha recogido la prensa local, Curbelo hizo estas declaraciones la semana pasada en una tertulia en Radio Faycan Gran Canaria. La propuesta estuvo enmarcada dentro de un programa en el que estudiaron y analizaron posibles soluciones para frenar la devastación que está generando el volcán de Cumbre Vieja.
Las bombas servirían para frenar las coladas de lava en La Palma
Actualmente la superficie afectada por las diez coladas de lava que han crecido en estos 38 días de erupción es de 908,2 hectáreas. Por su parte, las edificaciones destruidas alcanzan un total de 2.162. Curbelo matizó en su propuesta que no aludía a la artillería pesada, sino que debía de haber ya bombas más pequeñas que hicieran el trabajo que él propuso. De hecho, el presidente del Cabildo de La Gomera puso un ejemplo. “Situémonos en una realidad de una balsa que pierde agua y queremos que fluya de golpe, habrá que actuar con un sistema que haga caer una pequeña bomba explosiva y destruir una parte de pantalla y que salga todo a la vez”, eplicó.
Aviones militares lanzarían las bombas hacia las coladas de La Palma
Por último, Cubero añadió: “Hay un cono volcánico principal; después van apareciendo otros y las lavas no siguen la dirección de uno, sino que en función de por donde sale uno y en función de la inclinación”. Posteriormente preguntó si no habría “métodos para abrir bocas en la dirección que se quiera de un volcán que emergen o que aparecen”.
