En el Congreso, el excomisario Villarejo asegura que inyectaron hormonas femeninas a Juan Carlos I porque «era un problema de Estado que fuera tan ardiente».
El comisario jubilado José Manuel Villarejo ha revelado este miércoles en el Congreso de los Diputados, los detalles de una de sus misiones policiales más sorprendentes: sustraer de una clínica privada las pruebas que demostraban que el Rey emérito Juan Carlos I había recibido -sin saberlo- un tratamiento de hormonas femeninas e inhibidores de testosterona «para rebajarle la libido».
Villarejo ha reconocido que en ciertos sectores se consideraba «un tema de Estado» que el Rey Juan Carlos fuera «tan ardiente».
En su segunda comparecencia ante la comisión del Congreso que investiga la ‘operación Kitchen‘, el operativo supuestamente orquestado desde el Ministerio del Interior en tiempos Jorge Fernández Díaz para espiar al ex tesorero del PP Luis Bárcenas.
La amiga el rey emérito Corinna Larsen aseguró en su momento a Villarrejo, según consta en unas de sus grabaciones que al Rey Juan Carlos le habían estado medicando con hormonas femeninas «para quitarle la fuerza». «Le han quitado todo, ni podía estar con una mujer ni nada», argumentó.
Gabriel Rufián, portavoz de ERC, le ha preguntado que si se había sugerido «inyectar hormonas a según quien para hacer según que» y el excomisario le responde rápidamente que se trataba del rey emérito. «Se hizo para rebajarle la libido porque se consideraba un problema de Estado que fuera tan ardiente», ha apuntado.
Villarejo estaba llamado al Congreso de los Diputados para declarar en la Comisión Kitchen. Esta investigación indaga una de las etapas más turbias de la Policía Nacional y el Ministerio del Interior, cuando al frente estaba Jorge Fernández Díaz. Allí se usaron fondos reservados para espiar al extesorero popular y robarle información que pudiese comprometer al PP en mitad de la guerra por su financiación irregular.
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