Cierran temporalmente una residencia en Bizkaia después de que denunciaran malos tratos a los mayores y despidos injustificados del personal.
Cierran la residencia Íñigo de Loyola de Barakaldo, después de que la Diputación de Bizkaia certificase que se estaba incurriendo en un riesgo grave para la atención a las personas.
El sindicato ELA envió un informe en el que advertía de «graves infracciones» por parte de los gestores de la misma, como «despidos injustificados, falta de cobertura de trabajadoras, desaparición de servicios como medicina o enfermería, e incumplimientos en materia de ratio».
«Las irregularidades se producen tras el traspaso de la residencia a una nueva propietaria, situación que derivó en un absoluto desamparo de las personas residentes y trabajadoras», explicó el sindicato.
El documento también recoge que trabajadoras de la limpieza se hacían cargo de la atención de los residentes, llegando a darles insulina sin formación para hacerlo. En la residencia se daban situaciones de auténtico maltrato, con mayores atados sin permiso y con bolsas de basura en las camas.
«Tras mes y medio de interpelación a las instituciones, de insistencia y de denuncias formales y públicas, el servicio de inspección y control de Bizkaia constata la veracidad de los hechos denunciados por ELA y decreta el cierre temporal de la residencia», ha destacado el sindicato.
Para ELA, lo acontecido en la residencia Iñigo de Loyola de Barakaldo es «un ejemplo claro de que el actual modelo de cuidados no funciona». La Diputación de Bizkaia, ha criticado, «apuesta por un modelo de cuidados privatizados, dejando en manos de empresas o propietarios el cuidado de las personas, empresas que priorizan el beneficio económico a la vida». Por ello, ELA ha asegurado que continuará denunciando estas situaciones y «reivindicando un cambio de modelo urgente que anteponga los cuidados y la vida al beneficio económico de empresas privadas».
La Diputación de Bizkaia ha decidido cerrar temporalmente el centro, una decisión que las trabajadoras, que llevan sin cobrar desde el mes de julio, han lamentado, ya que esperaban que se cerrase de manera definitiva.
Estas trabajadoras también habían denunciado la falta de recursos y material.
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