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Medios de comunicación, particulares e influencers de todo tipo, se han volcado en esta nueva iniciativa para ayudar de una forma efectiva a los habitantes de la isla de La Palma, isla platanera por excelencia.
Unas 10.000 familias dependen de su cultivo y comercialización y casi todo en la isla se mueve alrededor de las impresionantes hectáreas de plataneras que la recorren. Los habitantes de la isla no solo han perdido sus casas y enseres, los cultivos que ya no están suponen perder el futuro y hay que luchar porque los que quedan resulten más rentables que nunca.
Es pronto para evaluar correctamente los daños producidos, pero los esfuerzos están centrados en salvar la mayor parte de la cosecha. Lo terrible es que a pesar de que no hayan sido engullidos por la lava los cultivos, los agricultores no pueden acceder a esas zonas y no es posible ni limpiarlas, ni regar, por lo que los plátanos están en claro peligro.
La ceniza es un gran peligro para la fruta porque, aunque está fría al llegar al suelo, raya la piel y siguiendo la normativa europea, esa fruta ya no puede ser comercializada, por lo que la ruina sería total para muchas familias.
Las campañas en redes y medios de comunicación, animando al consumo del plátano de Canarias para prestar una ayuda realmente eficaz a los damnificados, sin duda tendrán una gran acogida. No olvidemos que el plátano es la segunda fruta más consumida en nuestro país.
Desde ASPROCAN, informan que no hay peligro de desabastecimiento a pesar de las angustiosas circunstancias y que a día de hoy disponen del producto suficiente para abastecer el mercado nacional. A pesar de lo que está sucediendo, no se espera una subida de los precios por el momento, ya que según nos recuerda el gerente de ASPROCAN, los agricultores no tienen ni voz ni voto en el precio final de venta del plátano y no quieren que se piense que pretenden aprovechar el drama que viven para lucrarse.
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