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Los botellones en Barcelona han dejado varios actos vandálicos que las autoridades adjudican a la presencia de grupos violentos. Han puesto en estado de alarma al Ayuntamiento de Barcelona, el departamento de Interior, Mossos d’Esquadra y Guàrdia Urbana.
40.000 personas estuvieron el viernes 25 de septiembre en plaza Espanya y 30.000 el sábado 26 en la playa del Bogatell. Debido a la gravedad de los hechos, este domingo 27 de septiembre por la mañana han celebrado un centro de coordinación (CECOR) presidido por la alcaldesa Ada Colau para evaluar los daños.
Ya han contabilizado 79 heridos, medio centenar de detenidos, 14 motos quemadas y varios destrozos de mobiliario urbano.
El director general de los Mossos d’Esquadra, Pere Ferrer, ha explicado que en la madrugada del sábado 26 de septiembre una «enorme parte de la gente estaba de manera ordenada en la playa en pequeños grupos». Ha explicado que sobre las 03.30 horas llegó un grupo «pequeño» que arrastraron a otras personas y empezaron a cometer delitos. «Son delincuentes», aseguró Ferrer cuando fue preguntado por estos grupos. Los detenidos están relacionados con robos violentos, robos con fuerza, atentados a los agentes de la autoridad, hurtos y desórdenes públicos, han confirmado los Mossos.
Ada Colau ha pedido, ante el aumento de la violencia en las calles, la colaboración institucional. Lo hace con el fin de combatir los botellones y el consumo de alcohol por parte de los menores. Ha explicado que es un fenómeno que no solo afecta a la capital catalana sino a todo el territorio.
Batllé ha confirmado que el dispositivo de policía desplegado estuvo «bien dimensionado». «La policía no ha estado ausente», aseveró. En este sentido, Batlle explicó que los Mossos y la Guàrdia Urbana tenían monitorizadas las convocatorias del botellón en las redes sociales. Así mismo, explicó que intuían los desplazamientos de los participantes.
Aumentaron el nivel del dispositivo de seguridad previsto para el fin de semana. Lo hicieron con más agentes de Mossos d’Esquadra tras los incidentes del sábado en plaza Espanya. La policía en esta zona provocó que el macrobotellón tomara otro rumbo. Fueron a la playa del Bogatell. Mossos y Guàrdia Urbana intervinieron «cuando se han producido los incidentes» que fueron «menos graves que los de la noche anterior pero igualmente condenables». Ada Colau quiso dejar claro que «el vandalismo y los destrozos nada tienen que ver con el derecho al ocio, y que los policías actúan para detener a los responsables y evitar que hechos así se vuelvan a producir».
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