La paciente se quejaba de fuertes dolores de estómago antes del impactante descubrimiento: la mujer británica de 26 años tenía una tortuga muerta en la vagina. Al examinarla, los médicos dijeron que «nunca habían visto nada parecido».
Al llegar al Centro Médico de Arona, la chica dijo que sentía un fuerte dolor abdominal, lo que llevó a los médicos a investigar más a fondo la situación, pero nadie habría esperado un caso así.
La mujer británica de 26 años tenía una tortuga en su cuerpo.
Los médicos procedieron a la extracción de una tortuga y la joven quedó conmocionada. Inmediatamente se dio la alarma a la policía española, que trató de reconstruir la dinámica precisa del suceso. Se ha sugerido que la causa puede haber sido un macabro juego de la luz roja, que salió mal, pero aún más, una agresión sexual. De hecho, los análisis de la víctima mostraron la presencia de drogas en su sangre y su prueba de alcohol estaba por las nubes.
La presunta violación se produjo tras el aturdimiento de la joven de 26 años durante una fiesta en la zona de Las Verónicas de Los Cristianos. Como era de esperar, la chica no recordaba nada de la velada que había pasado con sus compatriotas. El reptil provocó una grave infección en los genitales de la mujer, y la hospitalización fue inevitable.
Sin embargo, la chica inglesa no quiso en absoluto presentar cargos, lo que levantó las sospechas de los policías españoles.
Todavía no estamos seguros de si la tortuga estaba viva o muerta en el momento de la extracción. El ejemplar era un Chinemys Reevesii, una especie que vive en los pantanos de origen asiático, del tipo que se suele vender en las tiendas de animales.
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