6.000 vecinos de La Palma han tenido que ser evacuados por la erupción del volcán Cumbre Vieja. Algunos tuvieron la oportunidad de volver a sus casas antes de que la lava las sepultase. Otros salieron con lo puesto y no han podido volver.
La lava de Cumbre Vieja ha destruido total o parcialmente unas 200 casas y 6.000 personas han tenido que ser evacuadas. La localidad de Todoque es la más afectada. Las autoridades y bomberos están haciendo todo lo posible por desviarla y que cause el menor daño posible a los inmuebles.
Los vecinos evacuados están siendo reubicados en polideportivos, pabellones y comisarías. Otros han podido instalarse en casas de familiares y amigos. «Tengo todas mis pertenencias en mi casa y no puedo recogerlas, me dan ganas de llorar», explicó una vecina para Antena3.
La situación económica que deja esta erupción volcánica es de «auténtica ruina, se mire por donde se mire», según los pescadores y agricultores de la isla de La Palma.
Lo peor, cuentan, es no saber cuántas noches quedan.
Las televisiones se han desplazado al lugar para seguir toda la información de última hora sobre la erupción del volcán. Con micrófono en mano, se acercan a los pocos vecinos que vuelven a sus hogares a recoger cosas esenciales, cargar un vehículo con fotos, objetos de valor y todo lo que quepa. No saben si podrán volver a dormir bajo su techo.
Los vecinos de Todoque podrán evacuar sus pertenencias hasta las 21.00 horas. Se permitirá a los vecinos de Todoque que puedan acceder a sus viviendas para poder retirar enseres, documentación y mercancías perecederas. Esta retirada se llevará a cabo de una manera selectiva y controlada por las autoridades, pues «una emergencia no es una ciencia exacta y la colada no lleva una velocidad uniforme, por lo que podría variar en cualquier momento».
«Estoy con lo puesto» ha confesado Reme, una de las vecinas evacuadas, a Telecinco. «Estoy recibiendo tratamiento psicológico, mis hijos tienen 10 años y no saben lo que está pasando». Reme cuida de su madre, que ya ha vivido tres volcanes, y sus dos hijos mellizos.
«No se olviden de nosotros», pide Ascensión, quien con los nervios del desalojo perdieron a su perra y no saben de ella.
«Se ha llevado toda mi vida, todos mis recuerdos. El fuego se tragó mi casa, cuando vengan mis hijas no tengo dónde meterlas», explicó entre lágrimas Jessica, vecina del pueblo de Los Llanos (uno de los más afectados por la erupción) a un equipo de Antena 3 Noticias.
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