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Esta son las mil y una teorías de la conspiración de los atentados terroristas del 11-S. Después de 20 años del terrible suceso la conmoción permanece intacta.
Hay preguntas que quedaron sin responder.
¿ Osama Bin Laden era realmente el cerebro tras los ataques del 11S? ¿Fue orquestado por Estados Unidos? ¿Permitieron el ataque? ¿Y si la versión oficial es mentira? Las teorías de la conspiración dan las respuestas a varios de estos interrogantes.
A lo largo de estos 20 años han crecido bastante. Una de ellas expone que estaban pactadas las demoliciones de las Torres Gemelas. Otra, por ejemplo, expone peligrosas colaboraciones internacionales.
Poco después del terrorífico suceso, los más críticos crearon el Movimiento por la verdad del 11S. Eran agrupaciones cuya intención es «desmontar» las explicaciones del Ejecutivo norteamericano. Actuaban a través de Internet. Ingenieros, físicos, arquitectos, académicos, bomberos o abogados han constituido sus propias organizaciones. Afirman que los argumentos oficiales no se sostienen. Piensan que EE UU actuó para justificar las guerras de Irak o Afganistán. Por supuesto, las investigaciones gubernamentales y las revisiones independientes han rechazado dichas teorías.
Las teorías que han expuesto los críticos abarcan también el Pentágono. El vuelo del United 93 estrellado en Pennsylvania y la sospechosa actuación del Gobierno aluden directamente a la falta de verosimilitud de la versión oficial.
Creen, además, que tanto el diseño de los edificios como el material del que estaban hechos deberían haber sido suficiente para que resistieran. «Hasta entonces, ningún edificio de acero había caído por el fuego», justifican.
La manera en la que los aviones colisionaron contra las Torres Gemelas, sobre su propia base y sin desviarse hacia ningún lado, recuerda a las demoliciones programadas. Atribuyen, pues, dicho suceso «al propio Ejecutivo de EE UU».
El edificio 7 del World Trade Center estuvo siete horas ardiendo, antes de colapsar a las 17.20 del 11 de septiembre. Con una altura de en torno a 200 metros y 47 plantas, ningún avión colisionó contra él. Tampoco el combustible avivó sus fuegos. Sin embargo, se derrumbó. Este inmueble es en una de las piezas clave de las teorías que pueden explicar lo sucedido.
Los más escépticos plantean que el objetivo fue destruir documentos almacenados allí. El caso Enron, un escándalo financiero, estaría entre ellos. Los más críticos llegan afirman que muchos empleados no se presentaron aquel día a las oficinas del inmueble.
Minutos después del primer impacto, un tercer avión se estrelló en el Pentágono. A las 9.37 el vuelvo 77 de American Airlines colisionó contra la sede del Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Esto aumentó el pánico entre la ciudadanía inmediatamente y alentó una serie de teorías independientes a la oficial. 20 años después, las teorías sobre el 11-S siguen a la orden del día.
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