Devermut, la pareja de influencers LGTBI, denunció a un local a través de redes sociales por expulsarlas del lugar, según ellas, por lesbofobia. El dueño del negocio responde en un comunicado.
Hace unos días la pareja de Marta Cillán y Sara Giménez, denunciaban en redes sociales el supuesto trato recibido del local La Luna, en Conil de la Frontera.
Ambas afirmaron en un vídeo que subieron a su cuenta de Instagram, que fueron expulsadas «por bolleras» del pub. Además de sus declaraciones a cámara, insertaron fragmentos de vídeo donde podía intuirse una situación tensa en el lugar.
«Asumimos que una agresión homófoba pasa por una agresión física, pero la realidad es que a las lesbianas, la mayoría de veces, no nos pegan», explicaron las influencers en Instagram.
«Lesbofobia es también estar sometidas a un acoso continuo por hacer lo que hace cualquier pareja hetero, besarse en una discoteca. Sentir que somos ‘el show’. Que nos miren, que nos molesten, que se rían con la única intención de humillarnos», añadieron.
«Después de besarnos y tener a 200 maromos mirando, hemos avisado a los porteros y lo que han hecho es decirnos que quizá habíamos bebido demasiado. Un portero bajito fuertote mazado ha intentado pegarnos, el nivel ha sido fuertote», denunciaban en las historias de Instagram.
El local ha respondido a las acusaciones de lesbofobia de Devermut. En el comunicado que ha compartido en su cuenta de instagram, niegan que la expulsión se debiese a ninguna razón discriminatoria. «No respetar las medidas de seguridad», «molestar a otros clientes que estaban alrededor» y «utilizar malas formas para dirigirse al personal del local» han sido los motivos esgrimidos por los dueños del pub La Luna para echar a los dos ‘instagramers’.
En los vídeos de las cámaras del local que están compartiéndose en redes sociales, se puede ver cómo son las influencers las que comienzan las bifurcas.
El dueño de La Luna afirma que «se querellarán por injurias y calumnias a todas aquellas personas que hayan sido partidarias en su difusión».
Las redes no han tardado en responder, compartir y comentar el comunicado del dueño. Algunos se han sentido desamparados por una de las voces más potentes del colectivo como es Devermut.
La respuesta se ve claramente en el número de seguidores en su cuenta de Instagram, que esta mañana ascendía a más de 800.000 seguidores, pero que ahora se sitúa en 784 mil. Y descendiendo.
El pitbull de grandes dimensiones que ha acabado con la vida de su dueño de 26 años será presumiblemente sacrificado tras lo sucedido.
El presunto asesino en serie queda con los hombres a través de apps de citas y posteriormente los droga para robarles en Bilbao.