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Hace 33 años desaparecieron de un hospital los niños del caso Orrit. Ahora la familia pide amparo a las Naciones Unidas.
Los Orrit Pires eran una familia pobre de Manresa a quienes sobrevino la tragedia hace casi 33 años.
Una adolescente de 17 años con un pequeño retraso mental debía hacer noches en un hospital para cuidar a su hermano de 5 años. Una noche desaparecieron sin dejar rastro. Sucedió en la madrugada del 5 de septiembre de 1988 en el Hospital de Manresa, tras ser ingresado el menor, Isidre, por una reacción adversa a la penicilina.
La última vez que les vieron fue sobre las 23:00 horas y a la mañana siguiente, a las 6:00 horas se dieron cuenta de que los niños habían desaparecido. Tras el suceso se investigó personal del hospital. El director era de la orden San Juan de Dios y cuatro años antes fue condenado a seis meses de prisión por inducir al aborto a una menor de 17 años con quien había tenido relaciones sexuales.
En 1989 una jueza decretó el sobreseimiento de la causa al no encontrar motivos suficientes para imputar los hechos a nadie. En 1994 la causa se reabrió con un detective privado. Una serie de informes señalaron a la familia paterna como responsables de la desaparición de los menores. Una camarera del Hospital escuchó a la familia del padre decir que querían llevárselos con ellos porque no estaban bien atendidos.
Se solicitó la intervención de la Interpol en Francia y Portugal, donde los niños podrían estar viviendo con esta familia paterna, pero la investigación no dio resultado y en 1997 quedó cerrada la causa.
La familia de Isidre y Dolors decidieron acudir al Constitucional pero ellos no aceptaron el recurso de amparo. Ahora la familia ha pedido apoyo al Comité de Desapariciones Forzosas de las Naciones Unidas.
Se van a cumplir 33 años del suceso y a día de hoy el caso Orrit sigue plagado de incógnitas.
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