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Se cumple una semana de la fuga de Martín Ezequiel Álvarez Giaccio, el economista de 44 años de origen argentino, pero nacionalizado español, que acabó con la vida de su hijo de 2 años en un hotel de Barcelona, asfixiándolo presuntamente con una almohada.
Martín y su mujer se habían separado hacía poco más de una semana y él habría aparentado tomárselo bien, hasta que el martes 24 de agosto solicitó a su exmujer llevárselo a pasear, para a continuación instalarse con el niño en un hotel y comenzar a enviar mensajes amenazantes a la madre del pequeño, que muy asustada lo puso rápidamente en conocimiento de la policía autonómica.
Grabó muchos vídeos del niño en la piscina del hotel, escribiendo terribles mensajes a la madre, asegurándole que se iba a arrepentir. El último no dejaba lugar a dudas: ‘en el hotel tienes lo que mereces’. El crimen fue totalmente premeditado.
Una vez consumado el crimen, las cámaras del hotel lo captaron saliendo de la habitación y más tarde saltando la valla del jardín comenzando su huida. Los Mossos descubrieron bajo la cama a la pobre criatura asfixiada y montaron rápidamente un dispositivo de búsqueda. Al estar el hotel situado junto a la montaña de Montjüic, ese fue el primer lugar que acordonaron buscándolo sin éxito
Ahora se sabe que Martín tomó un taxi hasta el aeropuerto de El Prat, le dijo al taxista que le esperase y pagó la carrera con su tarjeta de crédito, movimiento que quedó registrado. Entró por la puerta principal y llegó hasta el control vigilado por guardias jurados que revisan los billetes de los pasajeros.
Las cámaras lo captaron dándose la media vuelta para salir andando de la terminal. No regresó al taxi y el conductor ya ha prestado declaración ante la policía. El parricida marchó a pie y de momento no ha sido posible localizarle.
Martín Álvarez llevaba encima en el momento de su desaparición, su pasaporte y dinero que había pedido prestado a su familia unos días antes del terrible suceso. Los investigadores, creen que todo es premeditado para hacer pensar en su huida, cuando en realidad sigue en Cataluña.
Por este motivo se ha montado un dispositivo en las inmediaciones de la casa de los familiares de El Vendrell, donde había estado viviendo y alrededor de casa de su ex mujer para garantizar la seguridad de la misma. Parece que el cerco se está cerrando en torno al parricida y puede que tengamos noticias muy pronto de su detención.
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