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Un reportaje emitido por el programa de Telecinco, Viva la Vida, realizado a la criminóloga Carmen Bafagón permitió la reapertura del caso Alcàsser de Palencia. Una espectadora se presentó al cuartel de la Guardia Civil de Aguilar del Campo al día diguiente de la emisión, denunciando que ella y su amiga sufrieron una situación similar tres décadas atrás.
La nueva prueba presentada permitió apuntar la investigación a un nuevo sospechoso.
El 23 de abril de 1992, Manuela y Virginia, con 13 y 14 años de edad, se fueron a escondidas desde Aguilar del Campo hasta Reinosa.
Allí permanecieron desde las seis y cuarto de la tarde hasta las nueve de la noche. Mientras realizaban un autostop, paró un coche de tres puertas, un Seat 127, que iba en dirección hacia Aguilar, según el relato de una testigo. El coche sería la clave para reabrir el caso porque nunca más se supo del destino de las chicas.
Desde el set de Viva la Vida se pidió colaboración ciudadana. En primera instancia calcularon que el sospechoso debía tener unos 21-24 años, manejaba un Seat 127 y realizaron una descripción del lugar donde sucedieron los hechos.
Una espectadora recordó que tanto a ella como a su amiga les sucedió un evento similar treinta años atrás. La nueva testigo narró que se escaparon de casa para ir a un pueblo cercano. Como no encontraron un taxi que les llevara a casa, se presentó un individuo que se ofrecía a llevarlas y se subieron al coche. Comenzaron a sospechar cuando resultó que el hombre no iba en dirección al pueblo por lo que agarró el volante, lo dirigió a la cuneta, y ella y su amiga salieron del coche. No realizaron una denuncia en su momento porque tenían 15 años y se habían escapado de casa.
Este testimonio resulta la pista más fiable en tres décadas. La persona que conducía ese vehículo ya ha sido identificada y está siendo investigada para saber si es o no el responsable de la desaparición de Manuela y Virginia. El crimen ya ha prescrito por lo que el responsable no iría a la cárcel. No obstante se intentará por todos los medios dar con el paradero o los cuerpos de Virginia y Manuela.
Emilio Guerrero, hermano de Virginia, ha declarado para ‘Viva la vida’ sobre los sentimientos que se han despertado en la familia tras el giro de la investigación. «Tengo una sensación de esperanza, alegría y miedo. Siempre conservas esperanza y hay que afrontar la situación para digerir ciertas cosas. Tengo miedo, por supuesto», expresó tras 29 años luchando por encontrar a su hermana y a Manuela.
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