El rebaño de ovejas es "contratado" para el proyecto que busca recuperar y encontrar tumbas o tesoros escondidos en los cementerios.
El rebaño de ovejas o cabras es contratado para que consuman todo el césped de los territorios dónde se pueden descubrir tumbas de más de un siglo o tesoros ocultos.
La técnica del rebaño de ovejas que descubre tumbas
Goatscaping es el nombre de la técnica utilizada para dar forma al espacio rural, dónde las ovejas son las protagonistas, pues son ellas quiénes le dan forma a estos lugares para que se pueda encontrar bienes escondidos.
El método que se lleva a cabo en Gales fue trasladado hasta el condado de Cork en Irlanda por la concejala Audrey Buckley, con el fin de emplear el trabajo de las ovejas en la recuperación de cementerios en los alrededores, para identificar las tumbas que han sido olvidadas por que la maleza las ha escondido, la concejala explica:
«La verdad es que se siente muy bien limpiar una tumba que el tiempo ha olvidado y hablamos de estas personas, de quiénes eran. Podemos saber quiénes tenían dinero y quiénes no, por que por desgracia, no podían permitirse una lápida. Hemos descubierto muchas lápidas. Estos hallazgos nos hacen seguir adelante».
El último anuncio por parte de la líder Buckley es que durante el trabajo para descubrir las tumbas, han encontrado una con fecha del año 1870, además otra importante construcción funeraria hallada en el pueblo de Crosshaven es la de María Kate Russel, una bebé de 2 años que fue enterrada hace más de un siglo, a quién se pudo ubicar también un familiar que estaba en su búsqueda:
«Había estado tratando de encontrar información sobre ella y había planeado venir desde Reino Unido el año pasado, pero tuvo que cancelar debido al Covid. Está encantado y planea visitarla tan pronto como pueda. Está muy agradecido».
Todo gracias a la tarea que cumple «Salva nuestro templo» el titulo que reúne el trabajo de 12 voluntarios que se encargaran de quitar la maleza, luego de la labor del rebaño de animales que han sido «contratados » para que poco a poco coman toda la hierva que cubre las tumbas.
«Es una tarea muy dura quitar la maleza después de las ovejas», confiesa la concejala, pero gracias a este proyecto que busca rehabilitar los cementerios han descubierto muchas lápidas, y esperan que más personas se unan como voluntarios para dar continuidad a la restauración en compañía del rebaño de ovejas.
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