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Su historia es ejemplar, es una clara manifestación de conciencia y coraje, ya al principio de su adolescencia, Jaimie venía de una familia muy tradicional, por eso siempre tenía que esperar a estar fuera de casa para vestirse de hombre.
Él es una persona transexual y hace públicas fotos de su transformación.
A los 15 años, dice: «sabía que era un chico, pero durante mucho tiempo tuve que dejar de lado mi identidad sexual y mis sentimientos.
Al menos hasta que me fui. Sabía que confesar estas cosas cuando se es joven no conduce a nada bueno. Los que le rodeaban tampoco tenían idea de cómo se sentía. Entre otras cosas, porque obviamente tenía un aspecto muy «femenino»: pelo largo, maquillaje y joyas.
Aparecía así, no porque fuera su aspecto, sino porque sabía que era lo que los demás esperaban de ella. Pero cuando Jamie llegó a los 18 años, tomó la vida en sus manos y decidió afrontarla como realmente quería: como un hombre, por lo tanto, era el momento de expresar por fin su identidad. Sin embargo, muchas de las personas que la rodeaban no podían comprender el significado de sus acciones ni creer que eso era lo que realmente quería.
Argumentaron que su lado femenino y la forma en que había pasado sus años hasta ese momento estaban sacando lo mejor de lo que estaba diciendo. «Me gustaría que la gente se convenciera de que no importa el aspecto de una persona. Si alguien se siente transexual, gay o bisexual, hay que confiar en él. Desgraciadamente, todavía hay muchos prejuicios que hay que romper».
Incluso llegaron a dejar de hablarle y casi a repudiarle. «El día que salí del armario como transgénero«, explica, «fue a la vez el mejor y el peor día de mi vida, realmente echo de menos que mis padres estén orgullosos de mí, pero no echo de menos las noches de insomnio en las que luchaba por reprimir mis sentimientos. Al igual que no echo de menos esperar a que todo el mundo salga de casa para poder ponerme ropa de hombre y recoger mi larga melena bajo una gorra, no, no echo de menos esconderme.
Desde entonces, se ha convertido en un él, Jaimie comenzó su transición, sometiéndose a varias cirugías y tratamientos hormonales, pero, sobre todo, decidió utilizar la Red para publicar fotos del antes y el después y con el objetivo concreto de romper los estereotipos, recibió inmediatamente el apoyo de muchas personas y sus publicaciones han recibido miles de «me gusta». El chico insiste en que nadie debe juzgar un libro por su portada. «No hace falta hacer un examen para ser trans, porque el viaje de cada uno en esta vida es diferente».
Con el tiempo, el término transgénero ha adquirido diferentes significados según los ámbitos en los que se utiliza, su origen proviene del movimiento LGBT, que surgió en los Estados Unidos de América a principios de los años 80 para identificar un movimiento político que desafiaba la lógica heteronormativa y binaria. Según esto, sólo hay dos sexos en el ser humano y la identidad de una persona debe coincidir necesariamente con su sexo biológico y debe permanecer inalterable por el propio ser humano.
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