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El delegado del Gobierno en la región, José Miñones, ha hablado con el secretario de Migraciones para dar pie al proceso de regularización de los senegaleses que ayudaron a Samuel. Ambos migrantes tuvieron una participación activa en defender a Samuel y sus testimonios han sido claves para detener a los agresores.
La Delegación del Gobierno en Galicia considera que los migrantes senegaleses tuvieron una participación activa en el intento por salvar la vida de Samuel, el joven asesinado en A Coruña.
Se está a la espera de que se les conceda el permiso de residencia de trabajo, por eso el Ejecutivo aún no se ha pronunciado.
«Se les esta haciendo un informe, pruebas de identidad y se trasladará a la Secretaría de Estado y verán que alternativas hay», ha dicho el delegado del Gobierno de la región, José Miñones.
El Gobierno tiene la posibilidad legal de regularizar de manera discrecional a personas que están en situación irregular en nuestro país, como es el caso de esos dos jóvenes, y por su acción ciudadana solidaria ha decidido autorizar el permiso de residencia y trabajo para ambos.
Sus nombres son Ibrahima y Magatte, de 39 y 38 años. Según el propio Miñones, Ibrahima, llegó a cubrir a Samuel con su cuerpo, mientras su amigo intentaba alejar a los agresores.
«Tenemos conocimiento de su acción heroica. En los detalles no podemos entrar, porque son testigos directos. Pero nos consta que fueron dos de las personas que intentaron intermediar en la paliza, con una acción heroica, ya que uno de ellos recibió golpes intentando interponerse en la misma», apunta.
Vanesa, amiga de la víctima, también declaró que el hombre protegió a Samuel cuando la situación se volvió peligrosa. «Fue el primero en meterse en medio sin dudarlo» confesó Vanesa.
La intervención de los dos hombres no impidió el trágico final. Samuel fue asesinado en una brutal paliza a manos de hasta siete personas, después de ser insultado con gritos homófobos. Los hechos ocurrieron el primer fin de semana de julio en A Coruña. Hasta el momento, hay seis personas detenidas, la mayoría de ellos en prisión provisional.
“Son personas que no tienen papeles y es ahí donde queremos actuar, para darles esa posibilidad, que puedan tener permiso de trabajo”, ha detallado el delegado, que ha puesto en valor esa actuación “de valentía y ejemplo”.
Sus amigos piden la regularización de los papeles de ambos migrantes.
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