En Colorado hay un hotel llamado Stanley Hotel con 140 habitaciones de estilo neogeorgiano, método reconocido así del periodo comprendido entre 1720 y 1840.
En Estes Park, Colorado, hay un hotel llamado Stanley Hotel con 140 habitaciones de estilo neogeorgiano. En los países de habla inglesa se habla de «estilo o arquitectura georgiana» para definir los estilos arquitectónicos del periodo comprendido entre 1720 y 1840.
Stanley Hotel Colorado: misterios y fantasmas
Se llama así por los cuatro monarcas ingleses que reinaron en ese periodo y que se llamaban George. Estos estilos, diseñados con la intención de hacer de Gran Bretaña un país menos «aislacionista», recuerdan al Renacimiento italiano más que al «barroco local» experimentado por algunos arquitectos británicos de la época.
El Hotel Stanley, construido según este criterio en la parte occidental de Norteamérica, ofrece también una vista del Parque Nacional de las Montañas Rocosas y una vista de las Rockies, las famosas Montañas Rocosas, que constituyen una de las vastas cadenas montañosas de la Tierra.
El hotel que se encuentra en este evocador escenario, se llama así porque fue construido por un famoso personaje, que en 1903 se trasladó a Estes Park por motivos de salud: Freelan Oscar Stanley de la Stanley Steamer Company, una empresa de automóviles que fundó junto con su hermano gemelo Francis Edgar Stanley, para construir coches de vapor.
Historia
La estructura se inauguró el 4 de julio (Día de la Independencia de Estados Unidos) de 1909 con un catering al que asistieron ricas y famosas personalidades estadounidenses, como Margaret Brown, que pasó a la historia como la «insumergible Molly Brown«, superviviente del hundimiento del RMS Titanic, el compositor y director de orquesta John Philip Sousa, el presidente Theodore Roosevelt, que eligió un Stanley Steamer como coche oficial, el emperador y la emperatriz de Japón y varias estrellas de Hollywood.
En la actualidad, el Hotel Stanley y los terrenos que lo rodean están inscritos en el Registro Nacional de Lugares Históricos. Por aquí han pasado huéspedes famosos, como el escritor Stephen King, que se inspiró en este hotel para el Hotel Overlook de su novela El resplandor. La miniserie de 1997 inspirada en el libro se filmó aquí, mientras que la película homónima de Stanley Kubrick se rodó en otro lugar, pero el canal 42 de las televisiones del hotel la emite una y otra vez.
En el hotel se han rodado otras películas, como la conocida comedia Dumbest Dumb con Jim Carrey. También ha sido escenario de un concierto de country-punk, de un festival de cine de terror independiente (el Stanley Film Festival), ha sido objeto de investigaciones para un programa de fantasmas y suspense, Ghost Adventures y Ghost Hunters – istanleyfantasmi cuyo personal ha comprobado personalmente episodios paranormales a los que han intentado dar una explicación y otros a los que no han podido e incluso ha sido objeto de estudios científicos geológicos que, sin embargo, no han encontrado nada inusual ni radiactivo en el suelo circundante.
En 2013, el Hotel Stanley seguía dando que hablar porque se anunciaba la construcción de un cementerio de animales, que inspiró otra novela de Stephen King, Pet Sematary.
Pero, ¿por qué esa inquietante conexión entre el Stanley, el misterio, la muerte y los espíritus? Porque muchos consideran que está embrujado por fantasmas, debido a los misteriosos sucesos que tuvieron lugar en su interior, especialmente en el salón de baile: el personal de la cocina afirmó haber oído los sonidos de una fiesta que resultó ser inexistente, ya que la sala estaba desierta en ese momento; otros han informado de haber oído a alguien tocando el piano en la misma sala, en un momento en que nadie lo estaba tocando: los empleados del hotel hablaron entonces del «fantasma de Flora», la esposa de Freelan O. Stanley, que sabía que el piano estaba sonando. Stanley, que sabía tocar el piano; también hay relatos de fantasmas que han llegado a cometer robos de joyas, relojes y objetos de viaje, o que se aparecían en la noche durante unos minutos y luego desaparecían al «llegar».
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