La cantante Patty Pravo (nacida como Nicoletta Strambelli) es notoriamente apodada «la chica de Piper», porque empezó a actuar allí mismo, en el famoso club de Via Tagliamento 9 en Roma.
Un lugar que permanece en la memoria de los que vivieron los fabulosos años sesenta, pero que, al menos tal y como era entonces, ya no existe: de hecho, hace unos días se conoció la noticia de que el edificio ha salido «de nuevo» a subasta, que comenzará oficialmente el 16 de octubre a partir de 1.676 millones de euros.
Pero repasemos la historia del Piper Club o simplemente Piper (Piper en italiano), un club nocturno abierto el 17 de febrero de 1965 nada menos que por un abogado y antiguo Marò, Alberigo Crocetta, con sus dos socios Giancarlo Bornigia, vendedor de coches «que antes de morir en 2013 pasó las riendas a su hijo Marco» y Alessandro Diotallevi, importador de carne, el único que queda de los tres. El fin de la gloria del Piper «ya en crisis con las protestas de 1968» llegó en 1970, con la separación de los dos propietarios, Bornigia -que se quedó con el local- y Crocetta.
Además de Patty Pravo, muchos otros cantantes, músicos y grupos famosos italianos y extranjeros actuaron allí: Los Rokes, Equipe 84, New Dada, los Giants, los Primitives con Mal, Nino Ferrer, Fred Bongusto, Gabriella Ferri, Rita Pavone, Caterina Caselli, los New Trolls, Le Orme, los Crows, Pooh -que conoció a Riccardo Fogli aquí mismo-, frecuentaron la Piper Romina Power antes que Al Bano, Mia Martini y Loredana Bertè, Renato Zero -que en 1982 publicó un disco de 33 rpm inspirado en los años dorados de Piper-, Procol Harum, Pink Floyd, Genesis, Rocky Roberts y Wess «que se haría famoso por sus dúos con Dori Ghezzi», Fórmula 3, los Rich and Poor, Tina Turner y Duke Ellington.
Este lugar también era frecuentado por personalidades del mundo del espectáculo como Enrico Montesano y Mita Medici, pero también por figuras de la cultura como Alberto Moravia, y periodistas como Giuliano Ferrara.
En los años setenta y ochenta, Piper cambió su nombre por el de Make up y se convirtió en un club frecuentado por jóvenes políticamente orientados a la derecha, precursores de los paninari. Entonces se archivó esta connotación política.
Posteriormente, la histórica discoteca se relacionó con problemas de orden público, a partir de las quejas de los vecinos del barrio de Trieste, donde se encuentra: se quejaban del ruido, el vandalismo y la violencia de las personas que giraban en torno al antiguo Piper. En 2009, algunos jóvenes destrozaron el escaparate de una tienda cercana, y otros dañaron vehículos y ciclomotores. Un hombre, que trabaja en una floristería de la zona, fue agredido y golpeado: la policía tuvo que intervenir.
En 2011 -el 19 de mayo y el 22 de octubre, un joven de 18 años fue detenido por apuñalar a un compañero a la salida de una discoteca, tras verlo con su exnovia, y luego hubo otra pelea, que fue sofocada por la llegada de los carabineros. También ha habido algunas peticiones para resolver el problema de la paz pública fuera del Piper, pero no se ha hecho nada concreto y los lamentables episodios han continuado. En junio de 2012 la discoteca estuvo cerrada durante dos semanas, debido a dos peleas que tuvieron lugar en una sola semana.
Para «salvar» el club -que ya había sido subastado en 2007 sin ningún resultado-, también intervino el cantante romano Er Piotta, proponiendo una colecta, pero no parece ser una propuesta que pueda concretarse. El 16 de octubre está cerca.
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