Gracias al Fantasma de Greenbrier se resuelve el misterio del asesinato.
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En enero de 1897, un niño del condado de Greenbrier, Virginia, encontró el cuerpo sin vida de Elva Zona Heaster, años después creyentes afirman que el caso se resolvió con ayuda del fantasma.
Por curioso que parezca, al parecer con ayuda del fantasma de Greenbrier fue que se logró persuadir para continuar investigando el caso y así hallar al culpable.
Muerte de Elva
El marido de la mujer, Erasmus, era herrero y había enviado al hijo a su esposa antes de volver a casa. En ese momento, la pareja llevaba apenas tres meses de matrimonio.
Erasmus, tenía la costumbre de enviar al niño a preguntar a Elva, si necesitaba algo, antes de volver a casa.
Cuando el niño encontró el cuerpo de la mujer, corrió a casa con su madre.
El Dr. Knapp fue informado inmediatamente. Cuando fue a su casa para revisar el cuerpo y completar todas las formalidades necesarias, encontró a Erasmus ya allí. De hecho, Erasmus había llegado antes y ya había lavado el cuerpo de la mujer, la había vestido y le había puesto un velo en la cabeza.
La mujer ya estaba lista para ser enterrada
El médico siguió intentando examinar el cadáver. Cada vez que el médico observaba el cuello y la cabeza de la mujer muerta, el marido se ponía muy agresivo. El examen concluyó con la «desaparición» como causa de la muerte.
Más tarde, el médico añadió «complicaciones durante el embarazo» como otra causa de la muerte. De hecho, el médico llevaba varias semanas tratando a Elva por problemas relacionados con la esfera femenina.
Después del funeral, el cuerpo de la mujer fue llevado a Little Sewell Mountain, donde se encontraba su casa de la infancia. Durante el funeral, Erasmus colocó un pañuelo alrededor del cuello de la mujer. Muchos no entendieron por qué lo hizo y él respondió que «era su bufanda favorita».
Mary Jane Heaster, la madre de Elva, empezó a pensar que el comportamiento de Erasmus era muy extraño. Mary Jane, durante muchas semanas rezó mucho para que se descubriera por qué había muerto su hija.
Confesión del fantasma de Greenbrier
La mujer obtuvo por fin la respuesta que esperaba. Mary Jane soñó con su hija cuatro noches seguidas. La hija le reveló que su marido la había matado asfixiándola y rompiéndole el cuello. La madre de la víctima acudió a John Alfred Preston, el fiscal, para que se reabriera el caso. La historia contada podía parecer inverosímil, dado que practicamente el fantasma estaría así que Mary Jane acudió al médico que había examinado el cuerpo de su hija.
El Dr. Knapp, confirmó que Erasmus estaba muy nervioso cuando el médico visitaba a su esposa. El médico también informó de que Erasmus no quería en absoluto que le examinaran el cuello y la cabeza. Según el testimonio del Dr. Knapp, el fiscal decidió reabrir el caso.
El segundo examen del cuerpo de la víctima mostró que la primera y la segunda vértebra del cuello estaban fracturadas, la tráquea estaba aplastada y también había marcas de dedos en el cuello.
Mary Jane Heaster, testificó en el juicio; nunca había confiado en su yerno. Durante su testimonio, la mujer habló de los sueños y de lo que su hija le había contado. Se descubrió que Erasmus era violento y a menudo entraba en cólera si la cena no estaba lista. El jurado creyó a Mary Jane y Erasmus fue condenado a cadena perpetua y murió en 1900 en la cárcel con neumonía. Este fue el primer caso en el que se utilizó el testimonio de un fantasma para resolver un caso de asesinato.
