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Ahora son veteranos del oficio, los trabajadores del refugio de animales en Colonia, Alemania. Pero lo que vamos a contarles fue, para ellos, un verdadero shock. Se trajo a la instalación un gatito de 4 semanas, pero estaba torturado.
Y el estado en el que se encuentra es, por decir lo mínimo, alarmante. La pequeña bestia está totalmente cubierta de pegamento. Y las patas están tan impregnadas de él que se encuentran incluso pegadas a la nariz. El cachorro se encuentra en una condición absolutamente crítica.
Debido al pegamento en sí, la piel no respira .
Los veterinarios, que han decidido llamar al gatito Mino, lo han sometido a anestesia para poder separar las patas de las mejillas, porque pensar en afeitarse el pelo, en estas terribles condiciones, sería del todo imposible. Pero con mucha paciencia y gracias al uso de aceite y champú para bebés, lograron suavizarlo y liberar a Mino de la trampa que lo torturaba. Poco después, uno de los empleados del centro decidió llevarse al gatito a casa para cuidarlo mientras se recuperaba.
Mino, con el paso de los días, ha recuperado parte de su apariencia, aunque todavía no está completamente fuera de peligro.
Por seguridad, se somete a controles periódicos, porque las sustancias tóxicas que contiene el pegamento pueden haber ingresado al cuerpo. Pero lo que el cachorro necesita ahora es sobre todo descanso y cariño. Recuperarse del trauma no será fácil. El refugio de animales que lo acogió, sin embargo, ha manifestado su intención de presentar una denuncia por crueldad contra el animal, porque no se puede permitir que un acto tan inhumano quede impune.
La crueldad física hacia los animales se ha colocado, en 1987, dentro de los síntomas indicativos de trastorno de conducta en la persona humana. En Italia, este fenómeno siempre se ha subestimado. Solo en 2010 se transpusieron las directivas europeas en la materia. Hasta la fecha, la ley 544 del Código Penal dispone, de hecho, que todo aquel que por mera crueldad y sin necesidad alguna cause daño a un animal es sancionado con pena privativa de libertad de 3 meses a 1 año, o con una multa que puede oscilar entre los 3.000 y los 15.000 euros. La pena, por supuesto, aumenta a la mitad si el animal muere.
¿Qué debe hacer cuando quiera denunciar un caso de maltrato? La Policía del Estado explica que cualquier persona, ya sea un particular o una asociación, puede dirigirse a un cuerpo de la policía judicial, como la Policía Estatal, Carabinieri, Policía de Tránsito, Guardia di Finanza o Cuerpo Forestal, denunciando uno de los casos de delitos previstos por la nueva ley. Y sobre todo solicitando una intervención para esclarecer el delito y evitar que se siga perpetrando. Además, en muchos municipios italianos, también se ha creado la Oficina de Derechos de los Animales, abierta al público para proporcionar información y recibir informes.
Finalmente, está la LAV, la Liga Anti-División. Cualquiera puede llamar al número de teléfono 06.4461325. Se proporcionarán respuestas y apoyo a las denuncias de malos tratos. Las actualizaciones sobre las iniciativas en curso generalmente están disponibles en el sitio web www.infolav.org, mientras que las actualizaciones regulatorias en el sitio web www.reteambiente.it.
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