En Nápoles, en via Tavernola, en el Rione Sanità -también famoso por ser el lugar de nacimiento de Totò, que, sin embargo, salió a la luz en via Santamaria Antesaecula, un nigeriano de 31 años y su pareja polaca de 36, invitaron a cenar a una pareja de amigos de la mujer que habían venido de visita desde Polonia aprovechando el periodo vacacional, pero la velada, que tuvo lugar a principios de agosto, no fue en absoluto tan tranquila como esperaban: El joven nigeriano, en evidente estado de alteración, comenzó, no se sabe si premeditadamente o no, a realizar fuertes insinuaciones a la mujer invitada a su casa, con su pareja e incluso intentó abusar de ella.
El amigo polaco intentó defender a su novia, pero recibió patadas y puñetazos, no pudo hacer nada. El nigeriano también golpeó a su compañero, que había intentado intervenir. Sus tres hijos también estaban presentes en el apartamento y estaban obviamente traumatizados por el incidente.
Los vecinos, que habían oído sus gritos, llamaron a la policía de la Oficina General de Prevención de la Jefatura de Policía de Nápoles, dirigida por el comisario Michele Spina. Los Carabinieri, que llegaron inmediatamente al lugar, encontraron a la víctima de los abusos llorando, aferrada a la reja de una ventana para pedir ayuda, mientras que los demás presentes se habían escondido con los niños. Ahora el agresor, cuyo nombre es Ibrahim Muhammed, se encuentra en la cárcel de Poggioreale y tendrá que responder a los cargos de agresión sexual y secuestro por lesiones, la víctima, de hecho, dijo a los agentes que «cogió las llaves de casa y no nos deja salir», mientras que los niños han sido confiados a los servicios sociales.
La noticia fue difundida por varios periódicos y sitios web – Il Mattino, Leggo, Il Corriere Adriatico, Voce di Napoli, Meridiano News e Inter Napoli, Teleclub Italia y otros – y por la agencia de prensa Askanews. Todos informan de que sólo fue el bombardeo de los Carabinieri, para evitar que la violencia continuara y ocurriera algo peor: los agentes han derribado la verja de hierro, la puerta de madera de la casa y se han encontrado ante el horror, entre otras cosas, con el apartamento volcado por el pícaro, que también había roto el mobiliario que había alrededor-. Estamos, pues, ante un caso más de violencia contra las mujeres en Italia, violencia cometida contra los hombres que intentan defenderlas.
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