Un anciano danés moribundo pide un vaso de vino blanco y un cigarrillo de su marca favorita como último deseo: el hospital lo satisface; para darle una muerte digna.
Carsten Flemming Hansen, de 75 años, sabiendo que estaba en sus últimos momentos de vida debido a un aneurisma inoperable de la aorta abdominal y a varias hemorragias internas.
Desde su cama de hospital en la clínica universitaria de Aarhus, expresó un último deseo: beber una copa de vino blanco y fumar un cigarrillo de su marca favorita.
Evidentemente, no está permitido fumar en el centro, pero las enfermeras, despiadadas, decidieron saltarse el protocolo y colocar la cama del moribundo en el balcón, para que pudiera dar las últimas caladas de su vida -reiteramos que para este señor no había nada más que hacer-.
A su alrededor estaba toda su familia y frente a él una magnífica puesta de sol.
Rikke Kvist, dijo que el ambiente en ese momento era «muy acogedor y relajado»; aunque había familiares del Sr. Hansen que no soportaban la emoción, porque estaba a punto de irse. No obstante, alguien logró hacer algún comentario ingenioso.
El episodio fue relatado en la página de Facebook del hospital, se explicaba que en un momento en el que cualquier tratamiento era imposible, cumplir los últimos deseos del hombre, garantizándole una muerte digna -un tema «candente» en estos años en los que se tiende a legalizar la eutanasia- se consideraba lo más importante. Aunque los últimos deseos del paciente consistieran en beber vino y fumar un cigarrillo.
La publicación recibió casi 70.000 «me gusta», más de 4.500 compartidos y miles de comentarios.
El pitbull de grandes dimensiones que ha acabado con la vida de su dueño de 26 años será presumiblemente sacrificado tras lo sucedido.
El presunto asesino en serie queda con los hombres a través de apps de citas y posteriormente los droga para robarles en Bilbao.