La redes sociales muestran a un perro preocupado cada vez que se sienta junto a su dueño cuando éste conduce el coche. Al principio parece tranquilo, pero luego empieza a preocuparse. Teniendo en cuenta el gesto del canino, hoy le comentaremos la importancia de conocer cómo transportar al perro en el coche.
Pasan sólo unos minutos y el perro sentado en el asiento del copiloto empieza a preocuparse. Puede ser por la forma de conducir del dueño o simplemente por el hecho de que su dueño no le presta mucha atención.
Es bien sabido que los perros requieren mucha atención; basta con distraerse un rato para que estén ahí reclamando cariño y caricias. A este perro le pasa algo parecido en cuanto se sienta en el coche. Al principio parece tranquilo, luego con su pata acaricia el brazo de su dueño.
El perro preocupado sigue buscando la mano de su dueño y cuando su pata está en la mano de él logra estar más tranquilo. En cuanto el hombre se distrae para girar el volante o cambiar de marcha, el cachorro le reclama la mano. Es una búsqueda continua; de hecho, el animal busca seguridad en ese gesto. Es muy probable que esté acostumbrado a estar en casa, en tierra firme, y que para él sea una novedad desplazarse en coche. Por miedo y también por amor a su dueño busca su cuota de atención. Y lo hace con gestos repetidos y de forma muy suave.
Hay que tener mucho cuidado al transportar perros en un coche. Aunque la velocidad sea mínima, la ley impone condiciones para que el perro no estorbe la conducción y la seguridad del conductor.
Los ingenieros que han desarrollado este arnés para perros afirman: «Incluso un perro pequeño, si no va sujeto, puede convertirse en un peligro potencial en caso de colisión, incluso a baja velocidad. En estas situaciones, no sólo el perro puede sufrir lesiones graves o incluso mortales, sino que también puede causar heridas graves a los pasajeros. Con el arnés de seguridad se elimina este peligro».
No todo el mundo sabe, por ejemplo, que la ley prevé sanciones para quienes no respeten la ley al transportar un perro en un coche. Las multas van de 68,50 a 275,10. Por último, se prevé una deducción de 1 punto del permiso de conducir.
Está claro, por tanto, que sólo se puede transportar un perro en el asiento trasero o en el maletero, para que no estorbe en la conducción y, en consecuencia, en la seguridad vial.
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