Una amistad inusual pero llena de ternura. Aquí tienes una horda de gatos «atacando» a un perro con multitud de besos y muestras de cariño. La perra Susie vive con Kushi y Sunny Marz, dos gatitos tuertos.
Su dueño tiene la costumbre de traer constantemente a casa los gatos que adopta.
Susie, por tanto, siempre está en inferioridad de condiciones. Con toda probabilidad, cualquier otro perro no apreciaría su presencia, pero Susie parece adorar cada segundo que pasa con sus hermanos felinos, de hecho, se muestra muy cariñosa con ellos. Son inseparables.
Y es genial ver un vínculo tan fuerte e intenso entre dos especies diferentes. Y los gatos se lo «agradecen» con infinidad de besos y abrazos.
Ahora estamos convencidos de que Susie es realmente consciente de que es muy querida.
La creencia de que los gatos y los perros no son capaces de entablar amistad entre sí viene dada por el hecho de que están catalogados como enemigos naturales. Ambas especies, de hecho, utilizan para comunicarse el lenguaje corporal. Y como se comunican de forma diferente, algunas interpretaciones erróneas pueden generar conflictos que hagan imposible su convivencia.
Pero las personas que conviven en casa con ambas especies pueden atestiguar que hay remedios lo suficientemente eficaces para evitarlo. ¿Pueden llevarse un perro y gatos? ¡Claro que sí! Siempre y cuando se presenten de la manera correcta. He aquí cómo.
Los comportamientos de perros y gatos difieren según la especie. Por eso pueden verse como intentos de agresión. Por lo tanto, la mejor manera de establecer una amistad entre un perro y un gato sólo puede ser juntarlos y cuando ambos son cachorros. De este modo, será más fácil que se acostumbren a la presencia y al lenguaje del otro.
Si tiene un perro adulto y está a punto de introducir un cachorro en su casa, lo mejor es tener mucha paciencia y, sobre todo, proceder con pequeños pasos. Un método puede ser dejar a su gato en una habitación durante un tiempo. Una vez que se haya instalado, olerá el olor del perro y se acostumbrará gradualmente a él. Al mismo tiempo, el felino dejará su propio olor en el ambiente. Después de que haya pasado un tiempo suficiente, saque al gato de esta habitación e introduzca al perro. El perro, a su vez, percibirá el olor del recién llegado y se acostumbrará a él.
Según algunos, el mejor momento para hacerse amigo de los animales es la hora de la comida. Ambos, de hecho, estarán ocupados alimentándose. También en este caso, sin embargo, habrá que ser muy cauteloso y estar dispuesto a separarlos, envolviendo al más agresivo en un paño antes de trasladarlo a otro ambiente.
Una última posibilidad podría ser introducir al gato en la casa con la ayuda de un transportador de red, permitiendo que el perro lo observe con calma y evitando el contacto directo.
Una vez que los dos animales se hayan hecho amigos, será divertido verlos jugar juntos. En general, los gatos son animales reservados e independientes. Sin embargo, cuando juegue con su perro, también debe involucrar a su amigo felino.
LEA TAMBIÉN:
El pitbull de grandes dimensiones que ha acabado con la vida de su dueño de 26 años será presumiblemente sacrificado tras lo sucedido.
El presunto asesino en serie queda con los hombres a través de apps de citas y posteriormente los droga para robarles en Bilbao.