Se han encontrado osos enjaulados ilegalmente en Albania. La organización Four Paws intervino y consiguió poner fin a la situación.
El ser humano es portador de amor, pero al mismo tiempo también de atrocidades indecibles. Lo que ha ocurrido con los osos es absurdo y brutal.
La historia
Encarcelados ilegalmente en Albania, vivían en jaulas diminutas, sin comida ni agua.
En poco tiempo llegaron a ser conocidos como los «osos cerveceros», ya que la cerveza era a veces la única fuente de alimentación que les daban los visitantes. Es lógico imaginar cómo este estilo de vida causaba profundos problemas físicos y psicológicos a los animales; muchos de estos osos se autolesionaban.
Entre los osos presentes están Pashuk, Tomi y Gjina. Pashuk, tras años de encierro en los que estuvo preso con una cadena muy pesada tiene una herida en el cuello, ya que la piel ha crecido literalmente alrededor de la cadena; mientras que Gjina bebía hasta 20 cervezas al día, comiendo sólo unos trozos de pan y la consecuencia de este estilo de vida eran continuos y todavía frecuentes ataques de ansiedad y pánico.
Sin embargo, la vida depara sorpresas y, gracias a un informe, la organización Four Paws intervino, gestionando junto con el Ministerio de Medio Ambiente de Albania el fin de esta absurda y terrible situación.
Los animales fueron rescatados y llevados al Santuario de Osos de Pristina (Kosovo). Aquí pueden por fin vivir una vida feliz: correr, nadar y comer mucha fruta. Las palabras de un representante de la asociación fueron las siguientes: «Son osos de carne y hueso. Ya no serán maltratados. Ahora están mejor que cuando los sacaron de sus jaulas.
La transformación ya es visible cinco meses después del rescate; los osos se están recuperando física pero sobre todo psicológicamente, con la ayuda de voluntarios que con cuidado y amor intentan aliviar su sufrimiento y devolverles la fe en los humanos y en la vida.
La asociación escribió en Facebook: «Ya no hay espectáculos que ver en nuestro Santuario de Osos y nuestros animales están disfrutando del sol. A Tomi le encanta tumbarse en la paja. Y no es de extrañar, su jaula en Albania era pequeña, oscura y nada cómoda. La osa Gjina ha descubierto recientemente la piscina y no le gusta nada mojarse… ¿Puedes ver el entusiasmo en sus ojos? Y Pashuk está prácticamente irreconocible. En su vida pasada estaba encadenado y no podía moverse. Ahora tiene suficiente espacio para recuperar incluso sus instintos naturales. ¿Qué más hay que decir? Nos gusta».
Los osos también se han convertido en los protagonistas de la campaña de concienciación «Los osos más tristes de Europa», creada con la intención de liberar a muchos otros animales, que todavía se mantienen ilegalmente en Albania. El episodio no debe, sin embargo, quedar vinculado y asociado a un solo territorio, porque incluso en nuestro país suelen ocurrir episodios similares y lo que podemos y debemos hacer es denunciar a las autoridades competentes, para garantizar que ningún animal pueda volver a vivir el mismo calvario.
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