Todo estába preparado y, de repente, uno de los dos lo duda. Cuando le ocurrió a Katy, hizo su mochila y emprendió un largo viaje.
Todas las nubes tienen un lado positivo.
Este es el mensaje de Katy Colins, refiriéndose a su propia experiencia. Katy es una joven de 30 años de Machester y fue, como otras antes que ella, abandonada en el altar. Sin embargo, tras un periodo en el que sucumbió a la depresión y a la angustia, tomó las riendas de su vida y la puso patas arriba.
La suya era una vida perfectamente asentada. Un buen trabajo, una bonita casa, una boda en camino. Sin embargo, lo que le faltaba era la aventura, los viajes, conocer el mundo. Así que ser abandonada fue un punto de inflexión en su vida.
Para ella, la ventaja de romperse en mil pedazos es que después puedes recomponerte como quieras.
Ella lo hizo. Dejó su buen trabajo, vendió su bonita casa, su coche y todo lo que no cabía en su mochila. Tomó el primer vuelo y se fue. Solo. A pesar de las preocupaciones de los que la querían, ya que nunca había ido muy lejos por su cuenta. Con la mochila al hombro, partió hacia Asia.
Así que, principalmente para mantener a sus amigos y familiares al día, empezó a mantener un blog, Not Wed Or Dead, y a publicar fotos de sus viajes en sus cuentas de Instagram y Facebook. Contó sus viajes, los lugares que visitó, la gente que conoció, lo que comió. Visitó el Taj Mahal, hizo un trekking por el Himalaya, durmió en un pueblo de la selva tailandesa, se llenó de color en el Festival Holi de la India, sobrevoló el Monte Everest, subió a un volcán activo. Lo que le sorprendió al principio fue que incluso gente que no conocía había empezado a leer su blog y a seguirla en las redes sociales. Le enviaban correos electrónicos para decirle lo valiente que era al hacer todo esto y reaccionar a su gran decepción de una manera tan constructiva.
India, Tailandia y Nepal fueron sus primeros viajes. Después giró un poco más el globo y voló a Sudamérica, viajando como mochilera. Los seguidores no tardaron en crecer y pronto Katy empezó a relatar sus viajes, a través de su alter ego Georgia Green, también en sus libros. En 2016, publicó nada menos que tres libros de la serie El club de viaje de los corazones solitarios.
Su viaje de maduración la ha llevado a tener mucha más confianza, a tomar decisiones por sí misma, a confiar en la gente. Se ha convertido en un modelo para muchas personas. Una especie de motivador para aquellos que han tenido experiencias desafortunadas y decepciones en sus vidas. Una prueba clara de que no estar casado no significa estar muerto.
Su extraordinaria historia apareció en periódicos y revistas, y la gente empezó a apodarla «la Bridget Jones mochilera», en homenaje al desafortunado pero simpático personaje de Helen Fielding. Su vida ha cambiado radicalmente, y para mejor.
También para Katy ha llegado por fin un bonito final feliz (por así decirlo, sería más bien un principio). Ahora está felizmente casada y tiene una preciosa y muy fotografiada niña. «Prometo enseñarte el mundo y no puedo esperar a empezar esta nueva aventura contigo y con tu papá a mi lado», escribió la nueva mamá en un post de Facebook. Ya se ha creado el hashtag para el bebé Everleigh: #backpackingbaby.
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