Beatriz, la madre de Anna y Olivia, se encuentra en un «trance de desconsuelo y completamente destrozada», según confirma Joaquín Amills, portavoz de la familia.
Amills se ha encargado de manifestar cómo se siente la madre de las niñas desaparecidas en Tenerife.
El portavoz de la familia ha expresado que el dolor será permanente. «Beatriz está, por supuesto, mal, aprendiendo a sobrevivir ante una tragedia como ésta«.
Además, ha señalado que hasta que no encuentren los cuerpos de Anna y Tomás, Beatriz no será capaz de comenzar el duro duelo.
Encontrarlos es clave para que la madre de las niñas sienta tranquilidad, aunque eso no signifique que el dolor cesará.
«Hasta que no se encuentre el cuerpo de este asesino va a existir cualquier hipótesis, y más a medida que vaya pasando el tiempo. La esperanza de Beatriz y de todos es que aparezca el cuerpo de este asesino y poder cerrar este círculo», declaró el portavoz; quien hace 13 años también sufrió la desaparición de su hijo, por lo que entiende a la perfección lo que está viviendo Beatriz.
Joaquín también ha manifestado que la familia de Gimeno, el padre de las niñas, también han resultado ser ‘víctimas’ de la desaparición. Por lo que «la están pasando muy mal». Destacando que Gimeno tuvo enfrentamientos violentos con varios de sus familiares y muchos habían decidido «alejarse de este sujeto precisamente por su carácter. Ha habido agresiones bastante grandes».
Lo que por ahora se conoce es que la búsqueda de los cuerpos sigue su curso, cada día más extensa. El buque Ángeles Alvariño, el mismo que encontró el cuerpo de la pequeña Olivia, continúa navegando la zona. Sin embargo, el tiempo corre en su contra y la retirada puede producirse dentro de unos días.
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