José Cubeiro, coordinador de la búsqueda de Anna y Tomás Gimeno, reconoció que las posibilidades de encontrarlos son cada vez menores y dependen del robot.
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El jefe y coordinador del equipo de expertos del buque oceanográfico «Ángeles Alvariño», José Couceiro, lamentó las pocas posibilidades que existen en la búsqueda de Anna y Tomás Gimeno. El éxito de la misión depende de la durabilidad del robot submarino Liropus 2000, principal herramienta tecnología para la búsqueda de una de las niñas desaparecidas de Tenerife y del padre que las secuestró.
Las dos botellas de oxígeno: Último hallazgo en la búsqueda de Anna y Tomás Gimeno
El último gran descubrimiento del Ángeles Alvariño fueron dos botellas de oxígeno halladas en el fondo del mar pertenecientes a Tomás Gimeno, dato confirmado por Guardia Civil.
Se sospecha que con dicho oxígeno, el padre de las niñas decidió suicidarse con el efecto «muerte dulce». El hallazgo se produjo días atrás y tomó conocimiento público hace un par de días a más de 1.000 metros de profundidad en una zona alejada de la bocana del puerto de Santa Cruz, donde se localizó el cadáver de Olivia, la mayor de las niñas.
Las dificultades en la búsqueda de Anna y Tomás Gimeno
Cubeiro expresó sus preocupaciones por la situación «compleja» de la búsqueda por la «inmesidad del mar» en el programa matinal «Herrera en COPE». Desconoce cuánto tiempo se podrá continuar en las condiciones actuales y aseguró que segurián intentándo el rastreo en la zona que está marcando la Guardia Civil.
El coordinador no está muy esperanzado en encontrar a Anna porque «las posibilidades de recuperar un cuerpo de una niña tan pequeña y en el mar son muy difíciles». «La localización de las bolsas con el ancla es relativamente fácil porque es un objeto detectable y se puede localizar, pero recuperar un cuerpo sin ningún indicio de señales es muy, muy difícil», señaló. Reconoce que se han peinado muchas zonas y las posibilidades de encontrar algo más son remotas porque «nadie sabe exactamente dónde se pueden localizar los cuerpos que faltan. La verdad es que es complejo», apuntó.
¿Cómo es el buque dedicado a la búsqueda de Anna y Tomás Gimeno?
El buque hace un mes que se encuentra dedicado de lleno en la búsqueda y está equipado con un sonar de barrido lateral y un robot no tripulado con capacidad de operar hasta los 2.000 metros de profundidad. El 10 de junio localizó y recuperó el cadáver de la mayor de las niñas, Olivia.
Beatriz, la madre de las niñas, agradeció en una carta todo el trabajo que lleva desarrollando el buque oceanográfico. «Agradecemos esa carta y estamos bastante emocionados porque es una situación realmente inimaginable que puedan ocurrir estas cosas», manifestó Cubeiro.
«Hemos buscado y empleado todos los medios que hemos tenido, las horas que han sido necesarias y lamentablemente sólo hemos podido recuperar a Olivia. Nos hubiera gustado recuperar a las dos niñas, al menos para que pudieran descansar y su madre supiera dónde están», señaló.