La radiografía del crimen que ha dado a conocer las autoridades deja claro que todo fue planeado por el padre de las menores.
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El pasado 27 abril se conoció la noticia sobre la desaparición de Anna y Olivia. Se cree que las menores fueron asesinadas por su padre, Tomás Gimeno, quien no tenía buena relación con su ex pareja Beatriz Zimmerman.
Se cumplen dos meses de la desaparición de Anna y Olivia, mientras las autoridades continúan en la búsqueda del cuerpo de Anna.
Hace unos días el buque Ángeles Alvariño halló a Olivia en una bolsa cerca de un tanque de oxígeno, lo que indicaría que Tomás Gimeno, presuntamente, asesinó a las niñas y las llevó a mar abierto para deshacerse de ellas.
Dos meses de la desaparición
Tomás y Beatriz rompieron lazos matrimoniales hace un año, por lo que él visitaba a sus hijas según lo establecido. El pasado 27 de abril Gimeno acordó con Beatriz pasar la tarde con sus hijas. Se comprometió a llevar a Olivia a clases de alemán y luego a casa. No obstante, las horas pasaron y las menores nunca llegaron.
Se sabe que Gimeno entregó un estuche a su pareja, directora del centro, con indicaciones de llamarle a las 23:00 horas. Sin embargo, la mujer abrió este horas antes, encontrando la nota de despedida de Gimeno y 6.200 euros.
Según la radiografía de las autoridades, Tomás Gimeno se dirigió con las niñas a casa de sus padres en Santa Cruz, dejando allí a Anna y llevando a Olivia a clases. Después acudió a la Marina de Santa Cruz y estuvo allí varios minutos. El hombre recogió a Olivia, y pasó por Anna para dirigirse a su casa en Igueste de Candelaria, donde habría cometido el crimen.
Crimen de Anna y Olivia
Según la principal hipótesis de las autoridades, Tomás dio muerte a sus hijas, envolviéndolas en toallas e introduciéndolas en bolsas de basura y éstas en bolsas de deporte, que colocó en su coche. Pasadas las 21:05 horas, se dirigió al muelle de Santa Cruz, no sin antes pasar a casa de sus padres y dejar dos tarjetas de crédito con sus claves y dos juegos de llaves de un Alfa Romeo que había dejado la madrugada del mismo 27 de abril en su lugar de trabajo.
Beatriz se comunicó con él pasada las 21:00 horas y éste le indicó que comerían algo y llevaría las niñas. Tras llevar distintos objetos a su barco en los que irían las niñas, Gimeno Zarpó a las 21:40 horas. Minutos más tarde, Beatriz se volvió a comunicar y éste le dijo que ya no iba a ver ni a las niñas ni a él, que se iba con ellas y que iba a empezar una nueva vida.
Cuerpos desaparecidos
Tras la respuesta, Beatriz informó de lo ocurrido y se dirigió al puerto. Volvió a comunicarse con Gimeno, quien mantuvo su postura. Minutos más tarde y tras presuntamente haber arrojado amarradas a un ancla por medio de una cadena y un cabo a las menores al mar, se comunicó con Beatriz de nuevo y manifestó que no permitiría que las niñas crecieran sin su padre.
Búsqueda implacable
De inmediato el caso pasó a las autoridades, quienes han informado que Gimeno se encontró con la Guardia Civil y éstos le indicaron que estaba violando el toque de queda. El hombre volvió a tierra, se dirigió a una gasolinera y compró un cargador de móvil, cigarros y agua; cargó el celular y volvió a zarpar.
Su barco fue hallado a la deriva en altura del Puertito de Güímar. Tomás Gimeno envió varios mensajes despidiéndose de amigos y a Beatriz le afirmó que no volvería a ver a sus hijas. El buque oceanográfico ‘Ángeles Alvariño’, se sumó a la búsqueda hallando dos bolsas: en una de ellas se encontraba Olivia, la otra estaba vacía.
Conforme avanza la investigación, se han hallado dos tanques de oxígeno que pertenecen a Gimeno, pero no hay rastro de Anna y Tomás. Por lo que se considera la posibilidad que el cuerpo de la niña se salió de la bolsa y el hombre huyó. A la búsqueda se unió el submarino privado Piscis VI, que tiene mayor capacidad de profundidad.
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