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Beatriz Zimmermann, madre de Anna y Olivia, se encuentra rota según su portavoz, Joaquín Amill; la madre expone que quiere quitar el apellido Gimeno a las niñas para que no tengan nada de él. Además, Beatriz Zimmermann comparte en una emotiva carta expresando su dolor tras el asesinato de sus hijas.
La carta comienza con un mensaje de agradecimiento a todas aquellas personas que han estado «en corazones y rezos» con sus hijas y con ella, acompañándolas «todos los días» desde que desaparecieron y ofreciendo «todo el amor y ayuda para que tuviera un final feliz».
«Desgraciadamente no fue así, sufriendo en dolor el acto más monstruoso que una persona puede cometer: matar a sus propios e inocentes hijos».
Desde muy jóvenes decidieron unirse, llevaban juntos alrededor de 17 años, tras la decisión de Beatriz de no continuar con la relación, Beatriz tuvo que pasar por varios actos de violencia vicaria.
Según Beatriz, Tomás estaba acostumbrado que en los grupos, el siempre estuviese en el centro de todo, ser el popular, así que nunca estuvo de acuerdo en que ella accediera a llevar otras relaciones sentimentales, dado a que la separación se dio cuando Beatriz se entera de una infidelidad, justo en el momento en el que se encontraba embarazada de Anna.
En alguna ocasión una nueva pareja de Beatriz, se vio enfrentado a las agresiones de Tomás, cuando tuvieron que encontrase con él en el aparcamiento de una cafetería, «No quiero que a mis hijas las crie un viejo» refriéndose en algún momento sobre la pareja de Beatriz que al parecer era mayor que ella.
«No te preocupes, que voy a cuidar de ellas» estas fueron las palabras de Tomás Gimeno, padre de las niñas, la noche que Beatriz vio por ultima vez a sus hijas con vida.
Según la investigación, relata que desde el pasado 27 de abril, cuando Tomás pasa la tarde con las menores, decide terminar con la vida de las niñas, introduciendo los cuerpos en dos petates que cargaría en el maletero de su carro, mas tarde sobre las 21.00 horas, las cámaras del puerto Marina de Santa Cruz de Tenerife, consiguieron las imágenes en el momento que Tomás embarca con los bultos.
El robot submarino de rastreo, halló el cuerpo de Olivia a unos 1.000 metros de profundidad, aún se desconoce el paradero de la otra niña, como el de Gimeno.
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