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Una tragedia evitable, Nuria se topó con el peor destino tras una cirugía del riñón. La administrativa de 35 años falleció el viernes 28 de mayo en el quirófano del Hospital Henares de Coslada. La autopsia clínica, que tardó una semana, llegó a la conclusión de que se había desangrado.
La familia exigió un estudio post mortem fuera del hospital pero el juez desautorizó la segunda autosia por parte de un forense. Tras tres denuncias contra el Hospital, los padres y hermanos de Nuria López aún se niegan a dar sepultura al cuerpo hasta que no se realice la misma.
Nuria López era una vecina de Coslada y la menor de tres hermanos. Padecía diabetes y, por culpa de una malformación congénita, uno de sus riñones funcionaba al 35%. Tenía dudas sobre operarse «pero el urólogo del hospital la convenció, ya que le dijeron que era algo sencillo e incluso le daban el alta el mismo día de la operación», narra su hermana Susana. Era una cirugía de rutina sin riesgo para el paciente.
La paciente ingresó al quirófano a las siete de la mañana. Llegado el mediodía, los médicos empezaron a correr en busca de bolsas de sangre, según sus parientes. La primera información que recibieron los familiares era que había sufrido un infarto. Una hora después, Nuria falleció en la sala de operaciones y así se lo comunicaron. «Fue un mazado y ya fue muy raro que nos dieran la mala noticia unos médicos que no la habían operado», recordó con extrañeza su hermana.
Nadie dio una explicación concreta sobre la causa de la muerte durante ese día. El Hospital solicitó un permiso a la familia para hacer una autopsia clínica y determinar el diagnóstico post-mortem. Su hermana aceptó. La primera sorpresa fue cuando les comunicaron que no le harían el examen al cadáver sino hasta el lunes.
Con la ausencia de la autopsia judicial, los padres y hermanos de Nuria decidieron enviar una demanda escrita a mano en el juzgado de guardia número 4 de Coslada exigiendo una prueba forense para aclarar lo ocurrido en la muerte de Nuria. El Hospital del Henares entregó el resultado de la autopsia clínica donde indicaron que la causa de la muerte era un paro cardiaco por shock hipoglucémico. Este informe preliminar indicaba que había muerto desangrada por «la rotura de la vena cava previamente suturada», pese a que esa arteria no había que tocarla en la operación, según asegura la familia.
El cuerpo de Nuria sigue en el depósito del hospital de Alcalá. Según el abogado, le han quitado todos los órganos aunque los mantienen en formol y la han vaciado. El hospital dice que investiga el caso y que está a disposición de la familia y de la justicia.
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