La instalación de las cabinas para la relajación de los trabajadores de Amazon, llamadas "AmaZen", ha despertado numerosas críticas desde las redes sociales.
Un tweet publicado por Amazon sobre la incorporación en sus instalaciones de las cabinas de relajación para empleados «AmaZen», ha despertado numerosas críticas y bromas por parte de los usuarios de la red social. La multinacional acabó borrando el mensaje debido al ambiente de indignación que había ocasionado.
Amazon presenta «AmaZen»
Íñigo Errejón, líder de Más País, señaló que las cabinas antiestrés parecían sacadas de la serie «Black Mirror» o del surrealismo de «The Oficce». El economista Julen Bollain, pidió que se respetaran primero los derechos laborales de los empleados de la empresa, antes que invertir en «AmaZen».
El resto de usuarios de Twitter coincidieron en calificarla como: polycleans, armario, manicomio, sala para llorar o ataúdes zen.
AmaZen consiste en una cabina cuadrada, parecida a las de telefonía, en cuyo interior el trabajadores se encuentra con un silla y una pantalla donde puede visualizar vídeos y música para meditar y relajarse. La gerente de la iniciativa de Bienestar de Amazon; Leila Brown, las definió así:
“Es un espacio silencioso, disponible para todos los empleados para que puedan concentrarse en su bienestar emocional y mental, cuyo fin es encargar la batería interna de los trabajadores».
Denuncias por las condiciones laborales
El gigante de la tecnología es uno de los más ricos de mundo, sin embargo, las condiciones de trabajo que presenta han ocasionado que sus propios trabajadores los hayan denunciado. Calificando los ritmos de producción como “deshumanizantes”, viéndose sometidos durante el horario de trabajo a mucha presión psicológica y teniendo una política antisindical muy dura.
Una de las acciones que salió a la luz, fue la de que la empresa se dedicaba a espiar la organización de sus empleados, despidiendo de forma inmediata a todos aquellos que se habían atrevido a ponerles una demanda. Otra de sus prácticas, dicen, es obligar a sus trabajadores a orinar dentro de botellas vacías de plástico por la falta de tiempo para ir al baño, durante su jornada de 10 horas en la cual estaban obligados a entregar hasta 300 paquetes.
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