El porcentaje de despoblación en municipios rurales ha descendido con respecto al año pasado, fomentado la España vacía en las provincias.
La despoblación en las capitales de provincia de España no cesa, cada vez son más las personas que dejan de vivir en zonas rurales, haciendo que esos municipios y pueblos estén cerca de su extinción. Algo que ni siquiera la pandemia ha logrado frenar.
España: despoblación
Un informe reciente sobre la materia ha señalado que se está dando un reparto de la población muy heterogéneo, lo que provoca que esas personas se concentren más aún en lugares como Barcelona, Madrid, las islas, la zona litoral del mediterráneo y ciertas provincias de Andalucía y País Vasco.
Todo ello provoca en contraposición, que municipios del interior del país sufran despoblación. Los datos hablan de que cerca del 42% de los pueblos rurales están en riesgo de ser deshabitados.
El éxodo rural que dio comienzo en los años sesenta no ha frenado, tan solo en el periodo entre 2001 y 2008 donde la llegada de extranjeros supuso una desaceleración notable en algunas zonas. Pero la crisis que hubo en 2010 volvió a reactivar la tendencia y terminó consagrándose. Los datos recogen que en 1981 el porcentaje de habitantes viviendo en zonas rurales ha descendido del 27% al 20% en 2020.
La edad influye
Una de las claves del éxodo rural es la edad, gran parte de los municipios que tienen menos de 5.000 habitantes, tienen entre sus vecinos a personas que se aproximan a los 50 años. Ya que la gente joven suele irse de los pequeños pueblos ante la falta de oportunidades para trabajar. Dentro del plan del Gobierno 2050, aparece que en 1.109 municipios no vive ni un solo niño que tenga entre 0 y 4 años, y 393 localidades tienen entre sus habitantes a personas mayores de 65 años.
Otra de las razones que influyen y mucho es que mientras las ciudades ofrecen grandes infraestructuras, digitalización y más oportunidad laboral. Los pueblos no cuentan con tales avances en esas áreas, aunque cuenta con la ventaja de que la compra o el alquiler de una vivienda es mucho más asequible.
Según las encuestas para el 2035, se prevé que haya un crecimiento en la población en ciertas zonas de la península, pero seguirá siendo irregular. Hasta ese año se estima que sea una ciudad autónoma y nueve autonomías las que se vayan despoblando. El Gobierno indica que la que encabeza la lista es Asturias, seguida por Castilla y León, Extremadura, Galicia, Cantabria, Ceuta, Castilla-La Mancha, País Vasco, Aragón y la Rioja.
Desde el Ejecutivo se lanzó un advertencia ya que la universalización de internet incentivará el reparto desigual de la población. En el documento del plan señalan que:
«La economía digital concentró aún más su actividad en las ciudades y sus áreas metropolitanas, a través de una expansión del sector servicios y una mayor acumulación de empresas en los cinturones urbanos».
Dicho texto también recoge que para el 2050 la despoblación pasaría del 80% al 88%, donde Zaragoza, Madrid, Barcelona y Valencia notarán el aumento de habitantes de forma considerable, llegando a reunir al 32% de la población total, frente al 30% de este pasado año.
Desde el Gobierno apunta que también hay consecuencias positivas ya que consideran que:
“La concentración de población en municipios de mayor tamaño podría ayudar a reordenar el gasto público, y a lograr un mayor dinamismo económico en el conjunto del país».
“El despoblamiento de algunas ciudades medias y municipios rurales podría aumentar la saturación de las grandes ciudades, agravar la degradación y el abandono de nuestros ecosistemas naturales, generar una inmensa pérdida cultural y patrimonial, y acelerar el declive económico de esas zonas, provocando el cierre de numerosos negocios, la pérdida de actividades agropecuarias, silvícolas y turísticas, y la depreciación de miles de inmuebles».
«El fin sería alcanzar un equilibrio entre estas potenciales pérdidas y ganancias, y diseñar una estrategia para frenar la pérdida de dinamismo de los municipios más pequeños en función de dicho equilibrio, será uno de los grandes retos que nuestro país deberá resolver de aquí a 2050».
