Enrique Maya, alcalde de Pamplona, ha anunciado este mediodía en una rueda de prensa ante los medios, que por segundo año consecutivo la festividad de los Sanfermines queda cancelada a consecuencia del Covid. En su lugar, ha informado que se programarán un conjunto de actividades tanto deportivas como culturales durante la misma semana.
A pesar de que se ha hecho todo lo posible, desde el Ayuntamiento ya habían previsto su suspensión aunque se resistían en aceptarlo de cara a los medios . Han sido varios meses donde se ha metido prisa y ha habido ciertas polémicas con el Gobierno de Navarra.
Finalmente la decisión está tomada y es definitiva.
El Gobierno foral había metido presión teniendo en cuenta la situación de contagios por Covid, y las consecuencias de los actos celebrados el año pasado en la fiestas de algunos municipios. Carlos Artundo, director general de Salud, ha afirmado que:
«Hay que entender que es imposible celebrar fiestas en las que se den aglomeración de personas. Tenemos que evitar que se repitan los mismos errores».
La decisión se tomó en consenso, en una reunión celebrada entre el Gobierno de Navarra y los ayuntamientos de todos sus municipios, en la Federación Navarra de Municipios y Concejos. En ella se expusieron los datos actualizados registrados del virus, incluyendo los planes de vacunación . Maya ha indicado que salió de la reunión sabiendo que se suspendería la festividad ya que organizarla requiere varios meses, algo que a día de hoy se hace imposible de planificar.
El alcalde de Pamplona ha indicado que durante los días en los que se tendría que haber celebrado San Fermín, hay otro plan para los ciudadanos:
“No significa que en Pamplona no vaya a haber nada esos días. No se celebrarían los actos oficiales del programa, pero podría haber otros en la ciudad. La hostelería y las terrazas estarán abiertas, la gente saldrá, y si puede haber alguna actividad cultural compatible con el estado del coronavirus la habrá».
Serán entre los días 6, inició con el habitual chupinazo y el 14 final de la festividad con el «pobre de mí», cuando se pondrá en marcha una programación que aún no se ha anunciado oficialmente, y a la que los pamplonicas deberán esperar.
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