A partir del 30 de abril, las notarías quedarán habilitadas para tramitar el expediente matrimonial necesario para casarse. Aunque la novedad llegue tarde, seis años despues de que el matrimonio se pueda celebrar por medio de un notario. Igualmente, esto supone una ventaja de tiempo y burocracia para los novios.
«Cuando el legislador confía en los notarios siempre conseguimos recortar enormemente los plazos. Tenemos una forma de trabajar más ágil de la que puede ofrecer la Administración del Estado», explica el decano del Colegio Notarial de Catalunya, José Alberto Marín.
Los contrayentes a matrimonio podran elegir entre ambas opciones: tanto tramitar el expediente matrimonial en una oficina de Registro Civil o agilizar el proceso en una notaría. El trámite en general consiste en comprobar que los novios reunen los requisitos de capacidad necesarios para poder casarse (mayores de edad, inexistencia de un matrimonio previo o divorcio legal), así tambien como la carencia de impedimentos de parentesco o la inexistencia de otro obstáculo como el matrimonio con finalidades fraudulentas como, por ejemplo, para obtener la nacionalidad, un permiso de trabajo o alguna pensión pública. Una vez que obtenemos dicho expediente completo, la pareja puede casarse en la misma notaría donde obtuvieron todos los papeles, o tambien en un juzgado, un ayuntamiento o celebrar una ceremonia de tipo religiosa.
Con esta habilitación para los notarios, se cierra el círculo matrimonial, es decir que pueden celebrar tanto bodas y tambien autorizar divorcios o separaciones en el caso de parejas sin hijos menores de edad y sin litigios judiciales.
Además los notarios incorporarán al expediente matrimonial la vecindad civil de los contrayentes, básica para conocer que legislación de las coexistentes en España se les aplica, y tambien van a concretar el régimen económico matrimonial que regirá en el matrimonio. «Una de las cuestiones más importantes cuando uno se casa son las económias de ambos, de quien es cada bien y de quien es cada deuda. Vamos a hacer que esto conste en el Registro Civil, es un avance importantísimo en seguridad jurídica» indica Marín.
El pasado año, durante la pandemia, se celebraron en las notarías 823 bodas (solo 60 entre marzo y mayo) y se tramitaron más de 1.510 rupturas. «Cuando se levanten las medidas restrictivas va a haber un aluvión», supone Marín. «Mucha gente ha pospuesto la boda por la pandemia y el exceso de convivencia derivado de los confinamientos produce más separaciones y divorcios, según datan los expertos.»
Marín pronostica que las notarías adquirirán una buena aceptación en cuanto a los expedientes matrimoniales: «Como ha ocurrido en todas las nuevas competencias que ha ido asumiendo el notariado, esta nueva atribución se ejercerá en el más breve plazo posible y con la mayor eficacia».
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