El vídeo viral desarrollado por Humane Society International, consigue, en poco más de 3 minutos, ponernos en la piel de un animal de testeo.
El corto animado nos presenta a Ralph, un “conejillo de ensayo” (como él mismo se define) que narra en tono resignado su trabajo y las secuelas físicas que le provocan los numerosos experimentos a los que es sometido diariamente: ceguera, sordera, piel afeitada, picores.
Sus padres, sus hermanos, sus hijos. Todos han sido animales de testeo y han muerto.
«Salva a Ralph», la campaña viral
Él también lo hará. Al igual que sus compañeros que, en un momento de la grabación, piden desesperados que los liberen.Es el triste destino que les espera, porque cada año cientos de conejos y animales de laboratorio no tienen otra opción.
De ahí que la consigna «Salva a Ralph», haya generado un gran impacto a nivel mundial. Es una llamada de atención a una realidad en la que diariamente, miles de animales son sometidos en distintas partes del mundo a la crueldad de las pruebas cosméticas y de sus ingredientes.
En 2013, la Unión Europea prohibió este tipo de ensayos en animales. Sin embargo, lamentablemente no es una cosa del pasado, a día de hoy, siguen saliendo a luz pública casos como el de nuestro protagonista.
¿Cómo saber qué marcas siguen realizando esta práctica?
Existen determinadas organizaciones oficiales, como Leaping Bunny, Cruelty free PETA y Te protejo, que otorgan el sello Cruelty Free (libre de crueldad animal) únicamente a aquellas compañías que certifiquen que no testan sus productos en animales.
El sello, representado generalmente por un conejo acompañado de la frase Cruelty-free puede verse en el empaquetado de cualquier producto al que se haya concedido.
También, las páginas oficiales de PETA o Cruelty-Free Kitty actualizan constantemente sus listados de marcas que no utilizan animales para sus pruebas de laboratorio.
Como reza al final del vídeo, «ningún animal debería sufrir y morir en nombre de la belleza«.
Nosotros sí tenemos la opción de cambiar su destino apostando por productos que no contribuyan a su sufrimiento.
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