"La Carrasca de Lecina representa lo que es Aragón" ha declarado Javier Lambán, Presidente de Aragón.
Cuenta la leyenda que en un pueblo enclavado en la provincia de Huesca llamado Lecina, habitaba tranquila desde hacía miles de años una curiosa vecina. Ella, coqueta representante de origen vegetal, no era otra que una encina, árbol de porte imponente, de lento crecer y frondoso follaje.
Con cientos de años a sus espaldas ha sido mudo testigo del paso de innumerables acontecimientos en su larga vida, sus ramas y sus hojas dan fe. Si pudiera hablar contaría que ha vivido guerras, hambrunas, y ¡varias pandemias! Pero que eso no es lo que más rememora.
Prefiere recordar la sensación del sol poniéndose sobre sus ramas, o las interminables tardes de domingo oyendo el griterío de generaciones de chiquillos del pueblo jugando a su alrededor.
Desde hace varios meses, sus habitantes y vecinos han querido corresponder a su querida amiga por tan magnifica presencia, y han aunado esfuerzos para que saltara al estrellato vegetal. Primero la presentaron candidata al premio a Árbol de España 2021, (el cual ganó), y posteriormente la inscribieron en el concurso “Eurovisión de árboles”. Sus atributos pueden ser admirados hasta en su própia página web: lacarrascadelaencina.com
Y es aquí, que después de una ardua batalla con otros 14 candidatos vegetales de varios países europeos, que hoy ha salido ganadora. Sus vecinos, auténticos artífices de tan gran hazaña, no han dejado de correr la voz por tierra, mar, video y redes sociales, pidiendo el voto para ella. Hoy es un día de fiesta en Lecina, y sus habitantes pueden estar aún más orgullosos de su querida carrasca.
Oficialmente ganadora del titulo de Arbol Europeo del Año, se ha impuesto con más de 104000 votos al siguiente candidato, un árbol Plátano de Curinga (Italia) que quedó segundo, y un árbol sicomoro en Rusia que quedó tercero.
Esto la convierte en el primer árbol español en salir ganador de esta competición. Todo un honor. Querida encina, porque ya eres parte de nuestra vida, aunque no vivamos en Lecina, ¡felicidades!
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