Juan Carlos I: paga una segunda regularización a Hacienda

El emérito Juan Carlos I vuelve a pagar a Hacienda en una segunda regularización. La primera se liquidó el diciembre pasado.

El emérito Juan Carlos I se enfrenta a una segunda regularización con Hacienda. El emérito Juan Carlos I vuelve a pagar a Hacienda en una segunda regularización fiscal debido a las rentas no declaradas. El importe defraudado asciende a más de 8 millones de euros.

Juan Carlos I paga a Hacienda

En este nuevo pago, Juan Carlos I ha tenido que pagar más de 4 millones de euros a la Agencia Tributaria. Así ha declarado este jueves 25 de febrero fuentes de El País. La operación se ha llevado a cabo mediante una declaración voluntaria.

El emérito ha declarado la cantidad de 8 millones en concepto de vuelos de una aerolínea de jet privados.

Este gasto corrió a cargo, hasta 2018, de la fundación Zagatka, propiedad de Álvaro de Orleans. Fue el pasado mes de diciembre cuando se conocía la noticia del primer intento de regularización por parte de Juan Carlos I. Estos hechos se produjeron justo cuatro meses después de su salida de España, debido al empleo de tarjetas bancarias con fondos opacos. Pero él no fue el único que disfrutó de dicho beneficio, pues también su familia gozó de este privilegio. Las tarjetas pertenecían al empresario mexicano Allen Sanginés-Krause quien también está siendo investigado por la Fiscalía del Tribunal Supremo.

Fraude y refugio

Respecto al pago realizado en diciembre, este ascendía a la friolera de 678.393 euros. Se incluían intereses y recargos pero bien es cierto que no se concretó a qué ejercicios o tipo de impuestos se correspondían. Según señalan fuentes cercanas a la Casa Real, esta no se va a pronunciar al respecto y remiten al abogado del emérito Javier Sánchez-Junco.

Es sabido que desde agosto, Juan Carlos I se encuentra afincado en Abu Dabi. Allí se refugió de la repercusión pública que le ocasionaron «ciertos acontecimientos pasados» del ámbito privado de su vida. Según confesaba, se retiró para facilitar que su hijo Felipe VI gozase de «la tranquilidad y el sosiego» que precisa para desempeñar sus funciones. Por el momento, el emérito continúa liquidando sus deudas con la Agencia Tributaria.