Barcelona ha prohibido fumar en cuatro de sus playas. Se trata de una prueba piloto para conservar el medio ambiente y la salud de los ciudadanos.
Barcelona prohíbe fumar en cuatro de sus diez playas: Sant Miquel y Somorrostro en Ciutat Bella, Nova Icària y Nova Mar Bella en Sant Martí. El Ayuntamiento pondrá en marcha una prueba piloto donde los ciudadanos no podrán fumar ni en la arena ni en el agua.
Se ha abierto una consulta pública para conocer la opinión de los barceloneses al respecto.
Barcelona: fumar en las playas
El proyecto busca proteger por un lado el medio ambiente y por otro, la salud de los ciudadanos sobre todo la de la población más vulnerables, mayores y niños.
El tabaco es la principal causa de muerte evitable en España y fomenta el riesgo de padecer enfermedades. En concreto en Barcelona cada año se registran 2.200 fallecidos por consumo de tabaco, que representa el 13,8% del total.
No solo fumar perjudica, sino respirar el humo del tabaco tiene efectos nocivos para la salud, ya que aumenta el riesgo de sufrir cáncer, enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
El Ayuntamiento de Ada Colau ha recordado que el 80% de la población no fuma, e informa que el tabaco ocasiona un problema ambiental de primer orden, debido a que las colillas de los cigarros contaminan, pues tardan en desintegrarse por completo entre 10 y 12 años.
El Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo ha publicado un estudio, que señala que en España se consumen 90 millones de cigarros cada día, es decir, 32.455 millones de filtros desechados cada año. Cerca del 15% de esas colillas acaban en el mar, ya sea porque la gente las tira en la arena de las playas, las lanzan al suelo y la lluvia las arrastra a los cursos fluviales o llegan a través de las alcantarillas.
Desde el Ayuntamiento de la ciudad condal, se han lanzado en varias ocasiones durante los últimos años, diferentes campañas para tratar de concienciar a los ciudadanos. Con el objetivo de informar sobre la posibilidad de evitar que esos residuos acaben en el mar y lo contaminen, en concreto las colillas de los cigarros. Pues todos ellos ponen en peligro tanto a las plantas como a los animales marinos, que son los que acaban sufriendo las consecuencias directas de la irresponsabilidad de las personas.
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