El rapero, Pablo Hasél, se ha atrincherado en la Universidad de Lérida junto a un grupo de apoyo, para eludir la entrada en prisión.
El polémico rapero, Pablo Hasél, ha decidido encerrarse en la Universidad de su ciudad, Lérida, para evitar ser detenido por la autoridades y entrar en prisión. Hecho que tenía que haberse llevado a cabo este pasado viernes, 12 de febrero.
Hasél; dentro de la Universidad, evita la prisión
Hasél ha aparecido apoyado por miembros de la plataforma Libertad Pablo Hasel , los cuales se han encargado de convocar movilizaciones en los próximos días, además de una asamblea en Lleida para este mismo miércoles.
La Audiencia Nacional, dio la posibilidad a Hasél de entrar de forma voluntaria en prisión, pero este no accedió y hiz unas declaraciones en la que señalaba a el PSOE y a Unidas Podemos como: «Culpables, cómplices directos” de que entre en la prisión.
El rapero señaló en una rueda de prensa que el Gobierno no se cuestiona su pena de prisión, y quiso recordar como en el pasado, cuando el Gobierno del PP quiso encarcelar a Valtonyc. Pedro Sánchez recriminó al partido, que meter a raperos en la cárcel no era propio de un país en democracia. Hecho que él ahora en el poder está consintiendo.
La Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional en septiembre de 2018, lo sentenció a nueve meses y un día de prisión. Y al pago de una multa de 30.000 euros por un delito de enaltecimiento del terrorismo, e injurias y calumnias a la monarquía y a las fuerzas de seguridad del Estado. Además por difundir mensajes atentatorios en redes sociales. El rapero tiene pendiente otra condena de dos años del año 2015.
Ataque contra el resto
Hasél ha dejado claro que espera ser arrestado pues no entrará por su propio pie en prisión, y ha remarcado que «Mi encarcelamiento es un ataque no solo contra mi persona, sino que me están utilizando como cabeza de turco para asustar al resto” .
“Solo la movilización puede conquistar mejoras, no solo mi libertad sino la nuestra y ojalá toda esta respuesta que haya, haga que yo sea el último que tenga que pasar por todo esto, hace falta mucha movilización para que el Estado recule”.
Quiso reconocer que meditó la posibilidad de exiliarse, pero finalmente la descartó, al igual que no piensa pedir el indulto. “Si lo que buscan es silenciar el mensaje y que otros no lo reproduzcan, el hecho de que me encarcelen va a conseguir todo lo contrario». Aunque dice que le sorprende que el exilio de Valtonyc, no ha generado solidaridad en la gente, sino que se ha normalizado su situación.