La Policía de Alicante multa a un hombre que se saltó el cierre perimetral, justificando que necesitaba practicar sexo con su pareja.
La policía identificó a un hombre que viajaba desde Murcia con destino a Alicante, saltándose el cierre perimetral, alegando que iba a ver a su novia con la intención de practicar sexo, ya que llevaba un mes sin verla.
Cierre perimetral: el hombre y la excusa del sexo
El suceso ocurrió este pasado domingo por la mañana, en un control policial. Donde un hombre de 40 años, iba en autobús con dirección a la casa de su pareja. Lo que no se esperaba es que la Policía Local de Alicante, detuviera el vehículo a la altura de la Avenida Elche y pidiera la identificación a todos los pasajeros para comprobar que cumplían con las restricciones en vigor.
Ya que Alicante tiene confinamiento perimetral desde el viernes y hasta el lunes por la mañana, para frenar los contagios del Covid.
Cuando se dieron cuenta de que el hombre venía de Murcia, le informaron que no cumplía las excepciones para entrar a Alicante, a lo que él respondió que había leído en la prensa, que si podía acceder a la ciudad porque el sexo era una necesidad básica del ser humano, y cuenta como excepción. Además les entregó el recorte del periódico donde lo había leído.
Ante tal excusa, los agentes de la policía procedieron a multarlo, y le pidieron que bajara del autobús para que llamara a alguien de Murcia y lo recogiera. El hombre se marchó sin poder ver a su novia y avisó que recurriría la sanción, porque según su criterio, tenía todo el derecho de entrar en la ciudad para satisfacer una necesidad básica.
Otras excusas para saltarse las restricciones
Las excusas en relación al amor y a la pareja, son de las que más se utilizan ante los agentes. Otro infractor en la misma comunidad, trató de justificar el salto de las restricciones, alegando que tenía que acudir al Decathlon a comprar un regalo para su novia, ya que sino lo hacía se jugaba la relación. Por lo que le sancionaron con la correspondiente multa.
Una de las anécdotas con las que se topó la policía de Alicante. Fue cuando dos personas mayores de ochenta años alegaron que tenían reserva en un Hotel Meliá para pasar juntos el fin de semana, y que si no iban perderían el dinero.
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