Por no usar bien la mascarilla en su horario de trabajo. Una trabajadora se vuelve viral tras ser el primer caso de despido en España por esa razón.
Declarado como un despido procedente en España, de una empleada de supermercado por no portar mascarilla de manera correcta.
España: despido por mal uso de mascarilla
Un juzgado ubicado en Santander, declaró como un despido procedente el de una empleada de un supermercado, tras llegar la mascarilla puesta de manera incorrecta.
La mujer lucía el objeto de protección debajo de la nariz, incumpliendo las medidas y las restricciones sanitarias para detener la propagación del coronavirus.
Aunque las medidas impuestas para frenar la pandemia cada día se ‘cuelan’ con el pasar de los días, sobre todo en el mundo laboral.
Uno de ellos, el hecho de no llevar bien puesta la mascarilla, un uso incorrecto puede provocar el despido en el trabajo. Así, lo ha determinado un juzgado de Santander, al conocer el caso de una trabajadora quien se negaba a usarlo correctamente.
Lo sorprendente de los hechos, es que la empleada no solo se negó al uso correcto de la mascarilla, sino también llegó a amenazar a una clienta y a un superior que le solicitaron hacer buen uso del material de protección mientras despachaba productos no envasados sin uso correcto de protección de bioseguridad.
El vergonzoso caso ocurrió el año pasado, donde un cliente se percató del mal uso de la mascarilla en quien lo atendía, pues la usaba por debajo de la nariz. Ante la solicitud la trabajadora con respondió correctamente, por lo contrario, manifestó: «Si quieres lo arreglamos en la calle, sin uniforme«.
La justificación del despido
La cadena de mercados justifica su decisión como una conducta de falta grave de la trabajadora que vulnera la salud de los demás y sobre todo de los clientes. Además, opaca e incumple las normas de seguridad y el uso correcto que ha impuesto el Gobierno de los equipos de protección. Esto, sin mayor cuidado provocaría una difícil situación al poner el riesgo la salud de los consumidores. Se debe sumar el poco respeto que tuvo la trabajadora con el cliente que hizo el reclamo de manera cordial.
En el instante que ella recibió su carta de despido, consideró que era improcedente, así que presentó un recurso que le eximiera de la culpa. Sin embargo, un juzgado define el despido y sostiene la falla en la actitud de la empleada.
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