Detenida una banda que torturó a una pareja para robar en su casa
La Guardia Civil ha logrado detener a la banda que secuestró a una pareja, para asaltar su casa y desvalijarla, llevándose joyas y un botín superior a los 100.000 euros. Los agentes los han sorprendido antes de que cometieran otro asalto a una empresa de distribución de material tecnológico, situada en las afueras de Madrid.
Los detenidos usaron todo tipo de herramientas para torturar al matrimonio, dentro de un contenedor y lograron sacarles las claves de la alarma de su casa, y dónde guardaban las joyas en su domicilio.
Los individuos son todos españoles, de entre 40 y 50 años, cuentan con antecedentes por delitos muy graves como homicidio o robos con violencia. Los asaltos los hacían con “precisión casi militar”, según se recoge en una nota informativa de la Unidad Centra Operativa del instituto armado.
Han sido seis los detenidos, cuatro de ellos fueron los que asaltaron al matrimonio en Segovia, para luego llevarlos a Toledo. Hay otros dos detenidos, a los que la policía denomina ‘santeros’, ya que se encargan de pasar información de los objetivos a los encargados de realizar el asalto. Estos santeros pertenecían al mismo círculo social de la pareja, eran vecinos de las víctimas.
El matrimonio fue interceptado por unos individuos que iban vestidos con lo que parecían uniformes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Su plan consistió en meter a los miembros del matrimonio en vehículos distintos para desorientarlos.
Después los llevaron a una finca en Toledo, tras sacarles la información, entraron en la casa y se hicieron con el botín. El matrimonio quedó libre cuando fueron capaces de soltarse, después presentaron una denuncia en la Comandancia de Segovia.
Los agentes de la Guardia Civil llevaban casi un año tras su pista, les habían hecho seguimientos y vigilancias. La decisión de detenerlos, fue tomada por la dirección de la investigación. Se descubrió que pretendían asaltar una empresa logística de distribución, donde se llevarían cerca de 14 millones de euros. Además, la integridad de un vigilante de seguridad, les impulsó a tomar acción.
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