Un par de hosteleros han sido detenidos por la Policía, tras ser acusados de obligar a tres de sus empleados a seguir trabajando a pesar de que estaban contagiados de Covid.
Un hombre y una mujer que administran un restaurante en la comarca malagueña de la Axarquía, han sido detenidos por la Policía, estos hosteleros fueron acusados de hacer trabajar a tres de sus empleados a pesar de que ya habían confirmado que tenían coronavirus.
Uno de los trabajadores se empeoro y tuvo que ingresar a la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital; según el informe que dieron las autoridades, este lunes 21 de diciembre; es que el matrimonio investigado, de nacionalidad española y origen argentino; se habrían aprovechado de la situación de los trabajadores, que eran extranjeros; la pareja los habrían amenazado con el despido la no retribución de los servicios prestados si cogían una baja o daban publicidad a los contagios.
La investigación comenzó desde que una de las víctimas realizo el denuncio, en este admitió que no tenia permiso de residencia ni laboral en España; pero de igual comento las condiciones abusivas que sufría por parte de sus jefes.
A inicios del mes de septiembre las victimas tuvieron síntomas similares al del coronavirus; pero ante el resto de trabajadores dijeron que era una simple gripa y en el local había un botiquín con medicinas antitérmicas para combatir la fiebre.
Días más tarde dos cocineros y un camarero empezaron a sentirse enfermos en el local, después de hacerse las pruebas para verificar si tenían el virus, los resultados dieron positivos para Covid-19; de inmediato informaron la situación a sus jefes, los cuales los amedrentaron y los presionaron por medio de amenazas para que no dejaran de trabajar.
Las autoridades se dieron cuenta que en ningún momento los dueños les otorgaron elementos de bioseguridad a sus empleados de cocina, a los camareros si les dieron ya que estos atendían al publico; sin embargo no darles una dotación de mascarillas es un riesgo para la salud y no solo de los trabajadores sino de los clientes; en especial al tratarse de un negocio de comida.
No darles implementos de seguridad y obligarlos a trabajar estando infectado no era el único delito que cometían estos hosteleros; también los obligaban a aprenderse los datos de filiación de terceras personas que figuraban de alta en la Seguridad Social; esto por si se llegaba a presentar alguna inspección de trabajo.
Es por esto que la pareja esta acusada de delitos contra los derechos de los trabajadores, contra la salud publica y falsedad de documentos.
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