Después de una fuga, que parecía de película, es el momento en que los dos hermanos que lograron escapar de la cárcel de Valdemoro siguen desaparecidos. De hecho, esta fuga es la segunda que se produce en las cárceles de competencia de la administración central en los últimos tres años.
Por esta misma razón, el Ministerio del Interior ha dado instrucciones a todos los centros penitenciarios de España para que revisen sus sistemas de seguridad. De esta forma, las autoridades han dado orden de chequear semanalmente muros, cámaras, concertinas, portones y va a extremar la vigilancia en los patios.
Los presos fugados, cuyas ubicaciones siguen siendo desconocidas, habían escapado este 12 de diciembre de la cárcel de Valdemoro. Así es, se trata de un par de hermanos que ya han sido identificados como Jonathan y Miguel Ángel Muñiz Alcaide, expertos en alunizajes en Madrid. Para 2012, la Guardia Civil atribuyó más de 50 delitos de este tipo a la pareja.
Fuentes cercanas a la investigación de esta fuga, que en verdad ha sido de ver y no creer, han comentado que todo indica a que ambos reclusos contaban con la colaboración de otro preso. De esta manera, lograron forzar la cerradura de un almacén, serrar los barrotes de la dependencia y lograr descolgarse por el muro con una soga. Al parecer, el colaborador haría como señuelo mientras los dos hermanos se fugaban, pues el tercer preso alcanzó a ser interceptado por los funcionarios y fue finalmente detenido.
Hasta el momento, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias tiene una investigación abierta y revisa las cámaras del centro penitenciario para aclarar las circunstancias de la fuga.
Ahora, ¿qué hacían los hermanos que han logrado semejante hazaña? Pues los hermanos Muñiz Alcaide hacían parte de una banda de jóvenes, a la que se atribuyó cincuenta robos en Madrid y alrededores, la mayoría en concesionarios de vehículos. De hecho, la banda era liderada por ‘El Piojo’, Jonathan Muñiz Alcaide, quien tenía en ese entonces 25 años, y era uno de los criminales más cotizados en su campo, tanto así que trabajaba para otras bandas.
A esta organización se le atribuye el robo perpetrado a principios de febrero de 2012, en un concesionario de coches del distrito de Fuencarral de Madrid. En este robo se produjo la sustracción forzada de 19 vehículos de alta gama, así como de varios alunizajes en la denominada Milla de Oro, incluida una tienda de Loewe. ‘El Piojo’ era el encargado de conducir los coches en los que huían los criminales, como la película ‘Baby Driver’.
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