El organismo de las Naciones Unidas para la cultura, la Unesco, ha tumbado la petición de la Asociación Internacional de Tauromaquia, y ha decidido no incluir las corridas de toros en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (PCI).
Después de que, el pasado julio y agosto del 2020, la Asociación Internacional de Tauromaquia enviara múltiples cartas a la Unesco solicitando la intervención del Comité Intergubernamental del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad ante una supuesta «situación de emergencia» de la Tauromaquia en España, la Unesco ha anunciado que esta actividad no entrará en la lista del PCI.
En septiembre, el tema iba a ser debatido en la reunión del Bureau del Comité, donde se filtran las candidaturas que serán presentadas al Comité en diciembre. En esa misma reunión, se decide cuáles serán consideradas, finalmente, como candidatas oficiales para la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en Noviembre de 2021.
Sin embargo, dos días antes de la decisión final, la Plataforma La Tortura No Es Cultura (LTNEC) y Animal Guardians, junto con la organización Gladiadores por la Paz y AACME, lanzaron una «potentísima ofensiva», según la Asociación Nacional para la Defensa de los Animales (ANDA). En el comunicado, contaban con el apoyo de 985 organizaciones de todo el mundo, e importantes personalidades, en contra de la candidatura de la Tauromaquia. En el documento expresaban y pedían impedir la postura de la Tauromaquia para ser incluida en el listado de Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad de la Unesco, o recibir ningún tipo de Salvaguarda.
Sobre todo, esto viene de la mano con uno de los argumentos más fuertes que exponían en el documento. En 2014, el Comité de las Naciones Unidas de los Derechos del Niño, recomendó a los países miembros que revisaran si sus legislaciones sobre tauromaquia cumplían con la Convención de los Derechos del Niño. La presidenta de la Plataforma La Tortura No Es Cultura, Marta Esteban Miñano, afirma en el comunicado que: «Sería incomprensible que mientras que un órgano de la ONU, el Comité de los Derechos del Niño, insta a proteger a los más jóvenes de la violencia de la tauromaquia, otro órgano de la ONU, en este caso la Unesco, lo incluyese en la lista de patrimonio inmaterial de la humanidad para ser transmitido a estos mismos niños y jóvenes y subvencionado con dinero público».
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